La inseguridad en Guatemala ha mostrado un repunte significativo durante el presente año, y en recientes días el tema de las extorsiones ha tomado especial relevancia desde que la multinacional Telefónica denunciara que está siendo víctima de este ilícito y que fueron asesinados cuatro de sus colaboradores en un mismo día al no pagar los montos establecidos por los pandilleros.
Y es que al día las autoridades reciben al menos 20 denuncias por extorsión especialmente en el departamento de Guatemala, que es donde se localiza la mayor densidad poblacional así como la capital de ese país.
Según recientes informes, desde cinco centros penitenciarios se planifican ocho de cada diez extorsiones y otros delitos, este ilícito fue detectado desde el año 2005 y hasta la fecha no se ha podido controlar, por el contrario, sigue en ascenso.
- Lea más: Atribuyen ola de violencia en Guatemala a fin de pacto entre pandillas
- Lea más: Evolución y sustento económico de las pandillas en el Triángulo Norte de Centroamérica
Las cárceles desde las que los pandilleros planifican la mayoría de sus fechorías son: Pavoncito y el Complejo Fraijanes localizadas en el departamento Fraijanes, El Infiernito en Escuintla, El Boqueron en Sant Rosa y Cantel en Quetzaltenango.
El factor que hace que este delito se pueda efectuar desde las cárceles es que los bloqueadores de señal de celular no funcionan completamente, según reconocen las mismas autoridades.
La secretaría de Gobernación atribuye la falencia en los bloqueadores de señal a sabotajes que los internos han realizado así como a la falta de energía eléctrica y al mal direccionamiento o la topografía irregular en donde se encuentran los centros penitenciarios. A esto le suman que el 80% de las llamadas provienen de números proveídos por una misma empresa de telefonía.
Un fiscal detalló a un medio local: “Los bloqueadores nunca funcionaron. Si usted va como visitante a una cárcel, al ingresar, o en la puerta, no tiene señal, pero adentro la señal funciona perfecta”, por otro lado, la Gremial de Telecomunicaciones indicó que la responsabilidad del buen funcionamiento de los bloqueadores de señal corría por parte de la secretaría de Gobernación y las empresas.
Según las autoridades que han podido intervenir las llamadas que salen de los centros penitenciarios, estas comunicaciones no son solo para extorsionan sino también para fraguar asesinatos, además detallaron que muchos familiares o amigos de pandilleros son los que ingresan los dispositivos móviles a las cárceles y también les han encontrado papeles en donde hacen las peticiones de estos aparatos.
Aún no hay un dato preciso de cuanta ganancia generan las extorsiones, pero se han encontrado sacos con hasta 1 millón de quetzales (USD $130.000). Esto sería solo una parte de lo que ganan con el ilícito mencionado ya que muchas de las operaciones las realizan por medio del sistema bancario.
Las pandillas en Guatemala han tomado especial protagonismo en dentro del esquema de inseguridad que hay en ese país debido a que en El Salvador y Honduras los gobiernos están implementando medidas de seguridad que les están llevando a abandonar esos países y buscar nuevos destinos, siendo Guatemala el más cercano y en donde las penas no son tan severas como en sus países vecinos.
Fuentes: Prensa Libre, Prensa Libre