EnglishCaracas es la cuarta ciudad del mundo, y la única de todo el continente americano, en experimentar una caída abismal en su calidad de vida en los últimos cinco años. Por encima de ella sólo han empeorado significativamente tres ciudades, que además están inmersas en conflictos: Kiev, en Ucrania, Trípoli, en Libia, y Damasco, en Siria.
Los datos provienen del último informe de la Unidad de Inteligencia de The Economist sobre calidad de vida, que evalúa 30 factores relacionados a estabilidad, salud, educación, infraestructura, cultura y ambiente de 140 ciudades del mundo.
La capital de Venezuela, en el puesto 126 de las 140, es la única ciudad de toda América que refleja una abrupta caída en sus indicadores desde 2009. Por el contrario, las otras ciudades de la región que se destacan en el informe son Bogotá, en Colombia, y Asunción, en Paraguay, que aparecen entre las ciudades con mayores mejoras de América en el mismo período.
En los últimos cinco años la capital venezolana perdió 6,4% de valoración en su calidad de vida, similar a la pérdida de cinco puntos de El Cairo, en Egipto. Entre las ciudades que la acompañan, Kiev perdió 17,8%, Trípoli 18,1% y Damasco 28,3%.
Algunos de los hallazgos del estudio revelan que a nivel global en los últimos 12 meses se han deteriorado los indicadores generales, en gran parte por situaciones de inestabilidad. En ese mismo período la calidad de vida del conjunto de ciudades seleccionadas descendió en 0,22%.
#Dailychart: a ranking of the best cities to live in. View top ten via: http://t.co/vIPHxUNvwf pic.twitter.com/3aA6bcyy7S
— The Economist (@TheEconomist) August 19, 2014
Los caraqueños coinciden
El Estudio de Percepción de la Gestión de las Alcaldías del Área Metropolitana de Caracas, realizado por la Asociación Civil por la Caracas Posible sobre 1.257 personas, reveló el pasado 5 de agosto que solo aproximadamente 3% de los caraqueños se sienten “muy seguros” en su ciudad.
Para el 60% de los encuestado la inseguridad es el mayor problema de la ciudad, seguido de la recolección de desechos sólidos (23%), el déficit de alumbrado público (14%), y la calidad del transporte publico (13%).
En entrevista con el PanAm Post, Fredery Calderón, presidente de Por la Caracas Posible, señaló que a estos problemas de la ciudad, que han aparecido en sondeos previos, este año se incorporaron nuevos obstáculos relacionados a la economía: el desabastecimiento, el costo de la vida y la inflación también hacen de Caracas una peor ciudad.
“La gente dura muchas horas para conseguir algunos alimentos básicos y también dejan de consumir otros productos por las subidas de precio que vienen con la inflación. Esto se refleja en los cierres de comercios que ya hemos comenzado a ver”, relata Calderón.
“La ciudad ha tenido una involución que es muy difícil de recuperar porque está vinculada a la seguridad jurídica, y a la percepción que se genera de ella en la región y en el mundo”.
Ciudadanos señalan al Gobierno central
Aunque el estudio que realiza la asociación analiza la satisfacción de los ciudadanos con los Gobiernos locales de Caracas (cinco alcaldías, abarcadas por una Alcaldía Metropolitana), quienes responden la encuesta solo le otorgan un 17% de responsabilidad sobre los problemas a estas autoridades. En cambio, 53% acusa al Gobierno central.
No es de extrañar que sea así, ya que 81% de los que respondieron piensa que los Gobiernos locales no son capaces de satisfacer las necesidades de la ciudad. Tal señalamiento puede estar inducido por el proceso de centralización de los servicios públicos caraqueños, el cual forma parte de una política nacional conducida desde la presidencia del difunto Hugo Chávez, y que aún continúa.
“En otras ciudades muchas de las competencias están en manos del Gobierno local, pero en Caracas se han ido reconcentrando. Acá los sistemas de transporte (Metro y Metrobús) responden al Ministerio de Transporte, la electricidad está en manos del Ministerio de Energía Eléctrica, los hospitales y escuelas ya no están en manos de los Gobiernos locales porque les han quitado las competencias. Y la gente puede identificar que en muchos de esos temas, es responsable el Gobierno nacional”, advierte Calderón.
Sumado a esto, el chavismo se ha valido de su poder central para crear poderes paralelos a las alcaldías para las cuales perdió las elecciones.
Fue así como creó en 2009 el Gobierno de Distrito Capital, cuyo administrador no es elegido en comicios (es nombrado por el presidente de la República), y le otorgó a este la mayoría de las competencias que tenía la Alcaldía Metropolitana —gestionada por el opositor Antonio Ledezma— en el municipio Libertador, el único de los cinco municipios del distrito donde la oposición no ha podido ganar en la historia reciente.
Tras las últimas elecciones de alcaldes y gobernadores, en las cuales Ledezma ganó la reelección en competencia con el chavista Ernesto Villegas, el Gobierno repitió la táctica y creó el Ministerio del Poder Popular para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas, el cual fue entregado a Villegas para que dirigiera las labores que el electorado le negó.
Como consecuencia directa de esa concentración de poderes y competencias, surgen otros problemas, en especial en zonas de clase media y media alta, conocidas por su disentimiento con las administraciones de Chávez y Maduro.
Calderón pone como ejemplo el déficit de alumbrado público en el Este de la ciudad, atribuido por los vecinos al rechazo que siente por ellos el Gobierno. “Por un tema político, la compañía eléctrica no hace la renovación del alumbrado público en esas zonas, y trae como consecuencia menos calidad de vida, y más inseguridad por la falta de iluminación”, reclama el activista urbano.