No han sido días fáciles para el partido del comunista Pablo Iglesias, Podemos, entre los tropiezos electorales y las acusaciones de una caja B, también han llegado las especulaciones mediáticas en torno a las irregularidades de su partido gracias al hombre del momento en España: el exabogado de Podemos, José Manuel Calvante, que ayer volvió a cargar no contra Podemos, sino contra sus líderes: «A diferencia de todos los casos de corrupción de partidos en España, en Podemos no estaríamos ante la presunta corrupción de un partido, sino ante una presunta “corrupción dentro del partido”, una presunta “financiación ilegal” de algunos dirigentes», señaló Calvante en el primer tweet de un hilo que publicó ayer.
1. A diferencia de todos los casos de corrupción de partidos en España, en Podemos no estaríamos ante la presunta corrupción de un partido, sino ante una presunta “corrupción dentro del partido”, una presunta “financiación ilegal” de algunos dirigentes.
— José Manuel Calvente Redondo (@JosManCalvente) August 13, 2020
Palabras fuertes en un momento delicado
Podemos se ha intentado defender y movió sus piezas en el tablero de ajedrez para lograr «que se declare nula la causa contra el partido», movimiento que realiza mediante un recurso de apelación, tal y como describe 20 minutos según un escrito revelado.
Según se lee en el portal, el partido comunista alega sus razones en: I. las pruebas fueron recabadas ilícitamente y violando derechos fundamentales. II. Que el abogado – Calvante – recolectó las pruebas en ejercicios de funciones, violando así la confidencialidad. III: Dicen que «Los hechos se basan en apreciaciones subjetivas del denunciante, y las meras sospechas no son suficientes para ordenar una imputación delictiva, pues ello obliga a las personas investigadas a probar la ausencia de un hecho delictivo, invirtiendo la carga de la prueba».
Es tragicómico que Podemos hable de violación de derechos fundamentales, siendo que es un gran aliado de la narcotiranía de Nicolás Maduro, uno de los regímenes más sangrientos y violadores de derechos humanos de la historia de América Latina. Pero eso, al menos de momento, es harina de otro costal.
Lo que sí es notorio, más allá de esta cruzada que emprende el abogado Calvante, es que Podemos ha estado metido de lleno en diversos escándalos de financiamientos ilícitos, irregularidades en el manejo de sus cuentas y corrupción de línea pura y dura. Como se puede leer en el gran trabajo de Sabrina Martin para este medio. Recuerden, por ejemplo, el caso Dina o los financiamientos del chavismo, de Evo Morales o Irán; todos investigados por la justicia española.
Calvante arremete contra Iglesias, ¿a quién culpará la izquierda?
El abogado no solo generalizó con líderes en su hilo de tweets, sino que, además, señaló abiertamente a Pablo Iglesias: «Podemos es una víctima y debería perseguir a estos presuntos canallas donde el “líder” del partido no sería tan “incompetente” como para no saber lo que estaba pasando en su partido, presuntamente claro». Calvante, que se escuda diciendo que él sí cree en la presunción de inocencia y por eso siempre mantiene los supuestos y presuntos en sus acusaciones, defiende al partido comunista que lo tenía dentro de sus filas e intenta diferenciar otros actos de corrupción antiguos comparados al que se enfrenta actualemente Podemos. Él señala que Iglesias, a menos que sea un incompetente, tenía que estar al tanto de lo que sucedía bajo su dominio.
Calvante señala que Podemos «no debería pasar a la historia como un partido corrupto por la corrupción de cuatro “presuntos” sinvergüenzas», es lógico que el abogado muestre malestar contra los líderes del partido comunista y otorgue su solidaridad con el mismo partido; porque esto denota I. Que el ataque no es al partido, sino a la corrupción dentro del mismo y II. Que él sigue siendo de Podemos, más allá de que no esté dispuesto a defender «las irregularidades y malversaciones de sus líderes».
De hecho, en su último tweet del hilo, Calvante espeta tajante que «la militancia de Podemos debería actuar y no permitir que gente investigada siga dirigiendo el partido», mencionando la necesidad de un cambio de dirección por «La salud democrática de este gran país que es España y de las instituciones que algunos quieren destruir».
Poniéndolo en hechos concretos: a los líderes de Podemos les está apuntando con el dedo un miembro suyo, alguien que estuvo adentro y se siente podemita. Esto es revelador, porque ya los señalamientos no vienen, únicamente, desde Vox o el Partido Popular, sino desde dentro; ¿seguirá siendo «la derecha» el chivo expiatorio de Pablo Iglesias o buscará nuevos enemigos para justificar sus acciones?
«Iré hasta el final»
El exabogado podemita, que ya, definitivamente, está en una guerra frontal contra los líderes del partido de ultraizquierda, ha estado en el foco de la opinión pública para bien o para mal. Algunos lo señalan como alguien que está revelando los trapos sucios de un partido manchado, para otros es un simple traidor.
El abogado, yendo por la misma senda que ha venido recorriendo, se defendió y avisó: «No me conocen, seguiré hasta el final. Y la verdad se sabrá», luego de denunciar que está recibiendo amenazas, insultos, acoso – todo a través de Twitter – y, lo más importante, que los medios afines de Podemos y sus cabecillas están tergiversando su relato.
Me insultan, me acosan, me amenazan en Twitter. Tergiversan mi declaración judicial en sus medios afines, recortándola hasta el infinito. Una campaña perversa para que calle ante la Audiencia Nacional en septiembre. No me conocen, seguiré hasta el final. Y la verdad se sabrá.
— José Manuel Calvente Redondo (@JosManCalvente) August 13, 2020
Las noticias de Podemos y sus entramados parece que continuarán; mientras tanto, el PSOE, bien timorato, calla y otorga al no salir al paso para defender a su aliado de coalición. Quiénes sí están afincando el colmillo son VOX, el PP y Ciudadanos; que ven la oportunidad de derrotar a uno de los peligros más grandes para la democracia española: el chavista Pablo Iglesias.