La fuerza pública en Colombia está en alerta, en menos de una semana dos venezolanos y un cubano han sido capturados por realizar actos de espionaje en bases militares estratégicas ubicadas en la región de Caldas, Cundinamarca y Vichada.
La captura más reciente fue la del capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que pudo ingresar al país a través de la frontera fluvial que circula por el departamento de Vichada. De los 100.242 kilómetros cuadrados de extensión de río, 534 kilómetros son frontera con Venezuela.
En principio, el oficial venezolano iba a ser expulsado de Colombia, sin embargo, fue conducido a la respectiva Seccional de Investigación Criminal (Sijín) para su judialización por la evidencia de las actividades de espionaje que venía realizando.
Por su parte, el cubano Juan Manuel Peña, quien fue capturado y posteriormente expulsado del país por Migración Colombia, se encontraba merodeando la base de Palanquero, en el departamento de Caldas, donde se encuentra buena parte de los aviones kfir.
A juicio de la institución, la medida discrecional de expulsión se hizo efectiva luego de considerar que la presencia del cubano en Colombia representa una “amenaza” contra la seguridad nacional, de acuerdo con Artículo 2.2.1.13.2.2 del Decreto 1067 de 2015. Al hombre se le prohibió el ingreso al país por diez años.
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— Migración Colombia (@MigracionCol) March 16, 2019
De acuerdo con un informe de inteligencia, Peña tenía relación con el G2 cubano, órgano de seguridad e inteligencia comunista, lo que generó la alerta, y que su padre también hizo parte de las filas castrenses de Cuba como coronel del Ejército.
Peña García registra ingresos a Venezuela en 2014, como parte de las misiones de intercambio médico. Y dos años después se casó con una colombo-venezolana y se desplazó a territorio colombiano.
Según un informe de la Policía al que tuvo acceso El Tiempo, existe interés por parte de algunos Gobiernos por conocer la capacidad militar que tiene Colombia de cara a la tensión política y diplomática que hay con la dictadura de Nicolás Maduro.
“Palanquero es la principal base aérea del país. Los Kfir reemplazaron a los viejos Mirage y fueron repotenciados. Todos sus sistemas y armamento son nuevos, al igual que su capacidad de reacción. De esa base salen los aviones que hacen ronda por todo el país, son el escudo aéreo. Las bitácoras y rutinas son secretas”, explicó un oficial de inteligencia.
Por esta misma línea, la captura de Brayan Andrés Díaz Díaz, de nacionalidad venezolana, pone a las autoridades en alerta por la infiltración de hombres del régimen chavista a raíz de la crisis política y la cascada de deserciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
El hombre fue detectado luego de haber ingresado de manera irregular al Comando Aéreo de Mantenimiento de la Fuerza Aérea en Madrid, Cundinamarca. Los oficiales de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) lo pusieron a disposición de las autoridades competentes, para determinar su estatus migratorio y desde cuándo había ingresado al país.
Cabe recordar también la captura de cinco personas el pasado 20 de febrero que pretendían sabotear desde Cúcuta el concierto ‘Venezuela Aid Live’. Actualmente las autoridades colombianas no descartan la judicialización de otras personas en Colombia que han servido como apoyo para el espionaje realizado por Cuba y Venezuela.
¿Qué hay que espiarle a Colombia?
PanAm Post habló con John Marulanda, experto en seguridad y defensa sobre la infiltración y espionaje de agentes cubanos y venezolanos en Colombia.
A su juicio, en asuntos de Defensa Nacional, no hay mucho por espiar. Luego que el expresidente Juan Manuel Santos desmantelara el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y redujera al mínimo los recursos de la inteligencia militar.
“Aunque la Contrainteligencia está en manos de funcionarios voluntariosos pero inopes, en menos de tres meses, se ha descubierto un iraquí vinculado al extremismo islámico en cercanías a la Brigada de Fuerzas Especiales en Melgar, un cubano merodeando la base aérea de Palanquero, venezolanos espiando el Comando Aéreo de Transporte Militar en Bogotá y la base Naval de Puerto Carreño, además de diplomáticos maduristas manteniendo contacto con las FARC y el ELN”.
El experto agregó que los agentes e informantes del G2 campean por el país, analizando las dinámicas sociales del momento, “planeando escándalos desestabilizadores, hilando contactos, filtrando noticias, ayudando a caotizar al país mientras las células de Hezbola lavan dinero y acumulan información sobre potenciales blancos”.