
Gran desconcierto dejó la decisión del presidente Iván Duque de extender la cuarentena hasta el mes de julio, que junto con la de Argentina, serían las cuarentenas más extensas en el globo. Más aún desconciertan las cifras de desempleo producto de la cuarentena estimado en 5,4 millones de personas.
Como anuncia el último boletín del Departamento Nacional de Estadísticas (DANE), en abril de 2020, el total de la tasa de desempleo en las 13 ciudades y áreas metropolitanas fue 23,5 %, lo que representó un aumento de 12,4 puntos porcentuales frente al mismo mes del año pasado (11,1 %). La tasa global de participación se ubicó en 53,8 %, lo que significó una reducción de 11,4 puntos porcentuales frente a abril del 2019 (65,2 %). Entre tanto, la tasa de ocupación fue 41,2 %, lo que representó una disminución de 16,7 puntos porcentuales respecto al mismo mes del 2019 (57,9 %).
Para el total nacional la tasa de desempleo incrementó 9,5 puntos porcentuales, es decir, se pasó de un desempleo del 10,3 % a uno del 19,8 %. La tasa global de participación pasó del 62,2 % a un 51,8 %, mientras que la tasa de ocupación pasó del 55,8 % al 41,6 %.

La cifra es preocupante, esto quiere decir que el país —con relación al mes de abril del año pasado— tiene 5,4 millones de nuevos desempleados. Para dar cuenta de la gravedad de la situación, Colombia con esta cifra retorna a las tasas de desempleo que tuvo durante la crisis del UPAC (Unidad de Poder Adquisitivo Constante) en 1999, cuando se alcanzó una tasa de desempleo del 19,5% y hubo una caída en el poder adquisitivo del 10 %.
La caída en la tasa global de participación puede estar reflejando un desempleo oculto adicional, en la medida en que las personas no han buscado empleo en el período anterior a la encuesta, por la sencilla razón de que estaban confinadas, por lo menos la mitad de la caída en la tasa puede interpretarse como desempleo. En este sentido, la tasa de desempleo efectiva podría estar bordeando el 25 %.
Desagregando las cifras
La cuarentena parece haber afectado de forma particular a las mujeres que registran una tasa de desempleo del 18,4 % mientras que los hombres registran 11,9%. Es decir, la tasa de desempleo de los hombres fue menor en 6,5 puntos porcentuales respecto a la de las mujeres. Para abril del año pasado esta diferencia se ubicaba en 5,3 puntos porcentuales.
El campo parece haberse visto menos impactado que las ciudades principales durante la cuarentena. Según cifras del DANE los centros poblados y rural disperso presentaron un aumento de 1,8 puntos porcentuales, es decir, la tasa de desempleo se ubicó en el 8,8 %.
Los sectores más afectados han sido las actividades artísticas, entretenimiento y recreación con una variación negativa del 21,2 %. Le sigue la industria manufacturera con una disminución negativa del 18,3 %. La actividad inmobiliaria ocupa un tercer lugar con una disminución del 15,8 %. Por su parte los servicios de información y comunicación también disminuyeron su población ocupada, con una variación negativa del 14,4% mientras que la construcción con una variación negativa del 12,3 %.

Por el tipo de ocupación preocupa la quiebra de muchos empresarios, pues según las estimaciones del DANE la ocupación que ha caído más abruptamente en el país es la de patrón o empleador con una caída del 24 % con relación al año pasado. El empleo doméstico también ha visto una reducción considerable con una caída del 23,4 %, y el trabajo sin remuneración presenta una reducción del 18,6 %.

Las ciudades más afectadas por la cuarentena han sido Neiva en primer lugar con un incremento de 12,5 puntos, terminando con una tasa de desempleo del 25,8%. Le sigue Ibagué con una tasa de desempleo del 25,1 %; Armenia común 24,1 %, y Cúcuta con el 23,9 %.

Curiosamente Bogotá D.C. con el 30 % de los contagios de la COVID-19 registra una tasa de paro inferior al promedio de las 23 ciudades, con solo un 14,9 % de paro en comparación con el promedio de las 23 ciudades del país con un 16,9 % de paro.
Con la prolongación de la cuarentena, el país corre el riesgo de profundizar los efectos de la crisis aún más. Durante la crisis del UPAC cuando Colombia llegó a estos niveles de desempleo tardó más de 12 años en volver a recuperar cifras de desempleo de un dígito, también la situación de pobreza ocasionada pudo haber recrudecido tanto el conflicto urbano como rural.