
La Universidad Distrital de Colombia ha sido reconocida por su excelencia académica en Colombia. Sin embargo, es una de las más corruptas del país, según el último índice de transparencia que ubicó a “la Distrital” en el puesto 30 de 32. Dado que están en época de elegir rector, varias fuerzas pelean en su interior para conseguir el jugoso botín que tendrían en sus manos al llegar al máximo cargo de la universidad.
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La última vez que se dieron estas elecciones fue hace seis años y el último rector, Inocencio Bahamón, se vio envuelto en varios escándalos de corrupción, decisiones dudosas por falta de consulta e irregularidades en la licitación y construcción de una nueva sede que se está construyendo para la universidad en el sur de la ciudad. Además, tuvo que enfrentar una huelga declarada por parte de los estudiantes que dejó como saldo un manifestante muerto a manos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), entidad policiaca que se encarga de mantener el control y la seguridad durante manifestaciones y movilizaciones.
En los últimos dos años, la universidad ha sido manejada por dos rectores encargados y hoy hay ocho candidatos que aspiran a quedarse con la rectoría de la Universidad Distrital que cuenta con un presupuesto anual de COP$ 285.000 millones (USD$ 95.580.492,19), lo que hace muy atractivo el cargo para los diferentes grupos de interés político en Colombia.
La elección se realizará en dos fases. La primera de ellas será una elección a través del voto por parte de los estudiantes y funcionarios de la Universidad Distrital. Los 5 candidatos con mejor votación pasarán a la siguiente ronda, en la que será el Consejo de la Universidad quien elegirá al nuevo rector.
¿El grupo detrás de la silla del rector?
El grupo más fuerte de quienes quieren llegar al poder es el liderado por Lombardo Rodriguez, quien ya fue rector de la Universidad Distrital haciendo campaña con Samuel Arrieta, un líder comunista estudiantil, a quien nombró posteriormente como su secretario general.
Dicho líder estudiantil fue Concejal de Bogotá y posteriormente llegó al Congreso de la República con partidos de dudosa reputación como el Partido de Integración Nacional, que también se llamó Convergencia Ciudadana y que es liderado por Luis Alberto Gil, condenado por paramilitarismo.
Además, existen otros grupos que han presionado bastante para entorpecer la Gobernabilidad del rector y beneficiar intereses particulares. La secretaria de Educación, María Victoria Ángulo, dice desconocer cuáles son los grupos, pero aseguró lo siguiente:
“Siempre existen, pero encontré que aquí debe haber muchas agendas particulares cuando pasan tantos años y la universidad no logra ponerse de acuerdo en puntos básicos de gobernabilidad. Por más tensiones que haya, en otras universidades uno no ve un período tan largo de interinidad ni tantas dificultades para abrir procesos de designación de rector, constantemente demandados y que se caen”.
Las dimensiones de la corrupción
Se dice que la corrupción en la Universidad Distrital es de tales dimensiones, que esa situación ha imposibilitado el nombramiento de un nuevo rector, de ahí que haya habido dos de ellos en situación de encargados. Esta situación es ilustrada perfectamente por el caso de William Kingler, un profesor que fue nombrado rector y solo duró un día en el cargo por una decisión judicial que determinó que su predecesor, Ricardo García, quien salió del cargo con problemas judiciales por situaciones de corrupción al interior de la Universidad Distrital, debía regresar.
Dos problemas de corrupción
Actualmente, existen dos grandes problemas de corrupción en la Universidad Distrital.
El primero tiene que ver con la construcción de una sede ubicada en el barrio Bosa, en el sur de Bogotá, ya que la licitación de esta obra fue entregada a un funcionario muy cercano a la rectoría en ese momento, que incluso trabajó con el rector.
La licitación fue por un valor de COP$ 69.000 millones de pesos (USD$ 23’140.540,21). Dado que las obras tuvieron retrasos y el contratista “se quedó sin presupuesto”, se aprobó una segunda entrega de dinero por el valor de COP$ 19.000 millones (USD$ 6’372.032,81) para poder terminarla.
El segundo problema de corrupción tiene que ver con la pensión de 59 exfuncionarios de la universidad. Este problema consiste en que están recibiendo dinero por su jubilación de dos fuentes: Colpensiones (fondo público de pensiones de Colombia) y la misma Universidad Distrital. Legalmente, solo deberían recibir la primera.
¿Cómo está la elección?
Actualmente, no hay fuerzas definidas para la elección. Sin embargo, el exrector Lombardo Rodriguez asegura que tres de los candidatos (José Lizcano, Pablo Garzón y Lilia Edit Aparicio) “son de su hechura”, es decir, serían fichas de este personaje para quedarse con la rectoría.
El ganador se conocerá el 1 de septiembre de 2016.
El Botín
Actualmente, en Colombia existe un interés por parte del Gobierno Distrital de Bogotá por vender la Empresa de Teléfonos de Bogotá (ETB), una de las principales fuentes de financiación de la Universidad Distrital, ya que parte de las ganancias de ETB van directactamente a financiar proyectos de la Universidad. No es coincidencia que quienes han mantenido el poder históricamente en la Universidad son de la misma corriente ideológica de quienes se oponen a la venta de la ETB, por considerar que deja sin fondos a la Universidad, lo que podría levantar suspicacias sobre los verdaderos intereses detrás de la silla del rector.
Fuente: El Espectador