
Un informe publicado por el Grupo de Monitoreo de los acuerdos de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, alerta sobre la intención que tienen las Autodefensas Gaitanistas Colombianas (ACG), grupo de dos bandas criminales conocidas como “El Clan del Golfo” y “El Clan Usuga”, de tomarse la zona del Urabá en Antioquia, zona altamente cocalera, para ampliar los cultivos, promover la diserción de los guerrilleros y hacerse “amos y señores” de los territorios que dejó el grupo subversivo para ir a las zonas de preagrupamiento en el marco del acuerdo Santos-FARC
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Una evidencia de que esto está sucediendo, según aseguran los campesinos del sector, es el secuestro, tortura y asesinato de José Yeimer Cartagena el 11 de enero de 2017, quien era el vicepresidente de la Asociación Campesina del Alto Sinú y quien era líder de campañas contra la erradicación de cultivos de coca en el lugar.
Este problema, precisamente, se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de las FARC, quienes han asegurado que el paramilitarismo existe en Colombia y el Estado lo ha negado, razón por la cual alias “Ruben”, jefe del frente 58 de las FARC, asegura que les preocupa la situación. Asegura que “si eso ocurre cuando aún conservamos (las FARC) las armas, qué pasará cuando avancemos en el desarme y la reincorporación”, según un testimonio recogido por el portal Las 2 Orillas.
Según Las 2 orillas otro testigo, que no quiso revelar su identidad, 20 hombres armados llegaron el 19 de enero al corregimiento de Saiza para tomar el control de esa zona limítrofe entre los departamentos de Córdoba y Antioquia, al noroccidente del país y que alias “Pedro”, “Pollo” y “Ulises” hicieron lo propio en el corregimiento Juan José en el Alto de San Jorge en el departamento de Córdoba en donde entregan semillas de coca a los campesinos.
Además, la guerrilla de las FARC asegura que estas bandas criminales están enviando mensajes a los guerrilleros en las zonas de preagrupamiento para que se declaren en disidencia y se unan a ellos argumentando que el proceso fracasará ya que ni siquiera tienen listas las zonas veredales donde deberán concentrarse finalmente los subversivos.
Según el informe, en la zona hay fuerza pública. Se encuentra el Ejército, La Policía y el Consejo de Seguridad en Córdoba declaró máxima alerta para hacerle frente a la situación, sin embargo, la movilización de estos grupos armados ilegales continúa.
Uno de los jefes guerrilleros que se encuentra en una de las zonas de preagrupamiento en el sector, conocido como alias “El Flaco” asegura que si las autoridades no toman el control, el proceso de paz se pone en riesgo en esa zona y cuestiona la posible cercanía entre la fuerza pública y los paramilitares como ocurría en años anteriores según él.
Lo único cierto es que en el lugar reina la incertidumbre. Mientras los habitantes del sector buscan erradicar la coca, los paramilitares los amenazan y buscan recuperar el control de la zona para continuar con el sangriento negocio del narcotráfico, hecho que no solo ocurre allí sino en varios lugares del territorio nacional.
Fuente: Las 2 Orillas