Ocho guerrilleros del ELN fueron abatidos este fin de semana (1 y 2 de abril) en el departamento de Norte de Santander, ubicado en el nororiente del país y que es fronterizo con Venezuela. Las bajas se dieron gracias a un operativo conjunto entre la Fuerza Aérea colombiana, el Ejército y la Policía que permitió este importante golpe a la estructura militar de dicho grupo subversivo.
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La operación inició hace varios meses con labores de inteligencia entre las tres instituciones y finalmente dio como resultado la baja de uno de los cabecillas de un bloque del ELN además de la muerte de tres mujeres y cuatro hombres más, en el operativo conocido como “Operaciones especiales en contra de grupos al margen de la ley”.
Durante el operativo se incautaron armas largas y cortas, varios proveedores para fusik Ak-47 y para pistola. Además, se incautaron proveedores para fusil de calibre 7.62, remington, minas antipersonales (prohibidas por el Derecho Internacional Humanitario), tubos pentoflex, material para explosivos, detonaores, mecha de seguridad, metros de cable duplex y pólvora negra según informó RCN Radio.
A pesar de que fue un importante golpe a la estructura militar del ELN, no todo fue perfecto, ya que tres de los militares que participaron de este operativo que terminó con la baja de ocho miembros del grupo subversivo, entre ellos un cabecilla, también resultaron heridos tres soldados del Ejército Nacional de Colombia.
Actualmente, el Gobierno adelanta negociaciones con el grupos subversivo en Quito. Sin embargo, han existido varias críticas a dicho proceso ya que el ELN continuó realizando ataques a la infraestructura del país y a la sociedad civil, por lo que la opinión pública ha puesto en duda la verdadera voluntad de esa guerrilla en lo que tiene que ver con llegar un acuerdo final.
Fuente: RCN Radio