
El Clan del Golfo, las Autodefensas Gaitanistas y el propio ELN continúan atemorizando al departamento del Chocó, en el pacífico colombiano, por la lucha que libran entre ellos para lograr el control territorial de los lugares que ya no son ocupados por la guerrilla de las FARC que se encuentra concentrada en su mayoría en las zonas veredales por el acuerdo con el gobierno.
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Estos grupos armados, aunque quieren hacerse pasar como actores políticos del conflicto armado, buscan el control territorial que les permita hacer crecer su negocio, el narcotráfico, con el cual se ha financiado el conflicto desde hace varias décadas en Colombia sin que los habitantes del Chocó puedan hacer algo para evitarlo.
Según el diario El Espectador, el Defensor del Pueblo del departamento, Luis Murillo, confirmó que en la región del Bajo Baudó hay una gran lucha entre los grupos para ver quién se queda con la salida al pacífico que le permita tener una ruta más para sacar drogas ilícitas por ese sector, ya que de ahí puede conectar con otros lugares en donde se produce coca y otros estupefacientes como Putumayo y Nariño, además de tener una forma de movilizar armas.
Además, se siguen presentando casos de secuestro, una de las prácticas más inhumanas del conflicto armado en Colombia, hecho que no parece mejorar según las declaraciones dadas por el ELN en las que confirmaron que continuarán secuestrando porque según ellos “tienen derecho” a financiar de alguna manera su actividad “rebelde”. Además persisten los secuestros de otros grupos armados.
Hasta el momento, de los 30 municipios que hacen parte del departamento de Chocó, 20 han sido afectados por la presencia de los grupos armados y se han generado el desplazamiento forzado de más de 4.000 personas gracias a la disputa entre Autodefensas Gaitanistas, Clan del Golfo y ELN.
Fuente: El Espectador