
Se acerca la gran “toma de Caracas” y tanto la prensa internacional como miembros de la oposición en Venezuela se encuentran a la expectativa por el rol que asumirán los militares en dicha convocatoria.
El diario estadounidense El Nuevo Herald publicó un artículo en el cual el país suramericano se cuestiona qué pasara con los miles de venezolanos que marcharán para exigir el referendo revocatorio del presidente Nicolás Maduro, y cuál será la reacción de las fuerzas militares.
Muchos venezolanos temen que las fuerzas armadas no permitan que el evento se lleve a cabo, reprimiendo a los ciudadanos con sus armas, gases lacrimógenos, entre otros; sin embargo, los lideres apuestan “a que será la mayor manifestación en la historia del país” por lo que “las fuerzas armadas van a tener que escoger”, así lo anunció el diputado opositor Armando Armas, preguntándose si los militares están realmente del lado del pueblo y de la constitución.
Varios analistas han mencionado que los privilegios que tienen los militares han hecho que pierdan su función primaria de defensores de la Constitución, al estar directamente vinculados con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Los militares se ven beneficiados por el Gobierno venezolano, disfrutando de su propio sistema de distribución de alimentos, por lo que no tienen la necesidad de recurrir a las largas colas diarias para poder obtener comida como lo hacen el resto de los ciudadanos. De igual forma, las fuerzas armadas tienen sus propios hospitales, los cuales les proveen de antibióticos, agujas, gasas, entre otros artículos que escasean en el resto de los hospitales venezolanos.
Por otra parte, es importante destacar el poder que tienen hoy en día los militares, y como les han ido dando mayores funciones.
Actualmente, son 12 los cargos del gabinete de ministros que están ocupados por oficiales militares y 20, los ex militares gobernantes del partido oficialista.
Además los militares manejan estaciones de televisión, compañías de transporte de carga, de seguros, de importación y exportación, entre otros negocios.
En base a esto se manifestó el director del Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad, Luis Alberto Buttó, que en la Universidad Simón Bolívar de Caracas dijo que las fuerzas armadas tienen tanto poder y tantos intereses económicos y políticos que “estamos viviendo como un país de cuarteles”.
“Los militares son una fuerza preponderante, política y económicamente y en el mundo empresarial, y van a defender sus intereses, bajo esas circunstancias, la democracia es algo como un mito, un símbolo. No es real. Esa es la realidad de Venezuela en este momento”, continuó Buttó.
El presidente venezolano ha seguido ofreciéndole cargos a militares activos o en retiro, ese fue el caso del general Vladimir Padrino López, el cual fue nombrado como jefe de la “Gran Misión de Abastecimiento Soberano”, con el objetivo de ponerle fin a la escasez de medicamentos y alimentos que tiene el país.
Esto le ha llamado la atención a especialistas en la materia, los cuales aseguran que “la gradual expansión de los poderes militares en respuesta a la pérdida de legitimidad del régimen comienza a parecerse a un golpe de Estado en cámara lenta”.
Sin embargo, el diputado Armas mencionó que esta acción pudo haberle favorecido al presidente Nicolás Maduro, ya que al convertir a Vladimir Padrino López en el responsable absoluto de la situación que más afecta al país, lo hace responsable de las protestas que correspondan a la escasez.
“Al hacer a Padrino López copresidente [no oficial] de Venezuela, Maduro lo obliga a compartir los costos si a final de cuenta hay represión, el golpe no sólo manchará a Maduro, sino que también afectará a las fuerzas armadas”, expresó Armas.
Wyss también comenta en su artículo, que “hay razones oscuras que explican las razones por las que los militares apoyan el estatus quo. Durante años ha habido rumores y alegaciones de que las fuerzas armadas venezolanas participan activamente en el narcotráfico, el contrabando y la venta de divisas en el mercado negro”.
Hay diversas opiniones con respecto a lo que pasará este 1 de septiembre en la “toma de Caracas”; por una parte está quienes piensan que los militares permitirán la movilización ya que ellos también quieren que se respete la Constitución y que se lleve a cabo el revocatorio.
Por otra parte, muchos otros aseguran que las fuerzas armadas son leales al PSUV y quieren que siga en el poder para seguirse beneficiando, por lo que no dejarán que la movilización se realice, atropellando los derechos de los ciudadanos.
Fuentes: El Nuevo Herald