
Este miércoles 7 de septiembre el sindicato de trabajadores del taxi (Suatt) realizará un paro en rechazo de la aplicación de transporte Uber.
A partir de las 17 horas (5:oo de la tarde) los trabajadores tienen planificado salir a marchar hacia el Palacio Legislativo, donde instalarán una carpa para dejarla hasta el próximo sábado, así lo indicó el dirigente taxista Antonio Diez.
Una vez instalada la carpa se discutirá la extensión del paro aunque se cree que será de corta duración.
Los taxistas presentarán su postura con respecto a la aplicación de Uber, ante dos comisiones parlamentarias.
El día de hoy asistirán a la comisión parlamentaria de transporte, y el próximo lunes a la de Ciencia y tecnología ya que los taxistas consideran que esta aplicación afecta su trabajo.
Anteriormente el Gobierno se ha manifestado con respecto a Uber diciendo que no hay razones para prohibir o sancionar a la empresa que conecta a choferes con pasajeros mediante una plataforma tecnológica.
Asimismo, han explicado que “coexisten, por un lado, el servicio de taxímetro, con una limitación a la entrada al mercado a través de permisos o licencias, que constituye la principal limitación para el ejercicio de la libre competencia y donde se verifica la fijación de tarifas máximas por parte de las autoridades públicas y, por otro, el servicio brindado por Uber, sin barreras a la entrada y con fijación libre de sus precios, lo cual puede generar una mayor eficiencia en el funcionamiento del mercado”.
Conflicto
El servicio de Uber busca simplificar el alquiler de carros con conductores particulares, y permite que cualquier conductor aprobado previamente por la compañía ofrezca su vehículo particular para transportar a gente, siendo él el conductor.
Esto funciona a través de una aplicación para el teléfono móvil el cual ubica al cliente por GPS y muestra las opciones de vehículos Uber más cercanos disponibles.
El taxista de Uber tiene a su disposición toda la información necesaria a través de la aplicación, con sólo recibir una notificación del cliente.
Los taxistas tradicionales consideran que esta es una competencia desleal, ya que reduce la capacidad de innovación de las empresas tradicionales, haciéndolas menos competitivas en el mercado.
Fuente: El observador