Ciudadanos guatemaltecos detenidos en Canadá denuncian que fueron víctimas de fraude, explotación y maltratos psicológicos.
Fueron 15 los guatemaltecos que fueron detenidos el pasado 26 de octubre en Victoriaville, Quebec, Canadá, por la Policía Montada y la Agencia de Servicios Fronterizos. 14 de ellos fueron enviados a un centro de detención.
Las autoridades canadienses señalan que la detención de los migrantes agrícolas se llevó a cabo como parte de una investigación sobre trabajadores “ilegales”; sin embargo, la abogada de los trabajadores, Susan Ramírez, explicó que la condición de los trabajadores migrantes se debe a una estafa, engaño y tráfico por parte de la agencia Les Progrès ubicada en Victoriaville, Quebec.
Le Progrés Inc empleó a los guatemaltecos tras haber sido explotados por una primera empresa, pero a pesar de haber sido contratados con mejores condiciones, la empresa les cobró CAD$4.500 por tramitar los permisos, que nunca se hicieron.
Los trabajadores se vieron en la necesidad de trabajar por más tiempo para lograr cancelar las deudas a la empresa, que además, les retuvo los pasaportes hasta que terminaran de pagar.
“En un estado aparente de Derecho, ellos cambiaron de granja donde trabajaban porque los maltrataban físicamente, para irse a un mejor lugar de trabajo. Pero ahí también fueron víctimas, y la persona que los empleó los puso en estado de ilegalidad, ya que irrespetaron el primer contrato de trabajo, sin haber hecho la modificación de empleador”, explicó Ramírez.
Los guatemaltecos fueron auxiliados por el Centro de Trabajadores Inmigrantes (CTI) de Canadá,quienes criticaron el “etiquetado erróneo” de las víctimas del tráfico laboral.
“Estos trabajadores fueron explotados desde el principio” comentó la organizadora comunitaria de la CTI, Viviana Medina Velázquez.
“Además de haber sido obligados a pagar por un permiso de trabajo nunca tramitado por la agencia mencionada a cambio de conseguirles un nuevo trabajo, cosa que les generó una enorme deuda con el director de la agencia, muchos de ellos ya deben dinero a los reclutadores en su país desde su venida. Entonces vienen aquí a trabajar y no tienen otra opción que vivir en condiciones de esclavitud para pagar deudas y alimentar a sus familias en casa”, continuó.
“Muchos quieren trabajar, pero no tienen un permiso válido. Ellos vienen con un programa de trabajo cerrado y alguien los engañó para darles los permisos, y hoy estos trabajadores se encuentran con deudas. Nosotros quisiéramos que en Guatemala se enteraran de que hay personas y agencias que roban a quienes no conocen el idioma y la leyes, que se aprovechan de esta vulnerabilidad”, explicó también un voluntario del CTI.
Fuentes: Prensa Libre; Rebelión.