
La líder del Movimiento Damas de Blanco, Berta Soler, anunció que el arzobispo de La Habana, Juan de la Caridad García, le pidió al régimen de Castro que se siente a hablar con la oposición.
«Le pedimos que la Iglesia católica se pronuncie, porque quien calla otorga y él me dijo: ‘No Berta, no siempre cuando uno calla otorga. Nosotros hemos planteado al Gobierno cubano que se siente a hablar con la oposición, pero una cosa es que lo decimos y otra que ellos lo hagan», comentó Soler.
Berta Soler y el arzobispo Juan de la Caridad García se reunieron el pasado miércoles 15 de febrero, tras las fuertes represiones y amenazas hacia muchas mujeres pertenecientes al movimiento, y hacia sus familiares por parte de la policía al intentar asistir a misa.
«Pudimos darle algunos nombres y apellidos de los que nos han dicho a nosotras que nunca más podríamos ir a misa en ninguna iglesia», aseguró Soler.
«No podemos salir de la casa, como desde la sede [de la organización] ya tienes la policía ahí. No menos de treinta mujeres en la ciudad de la Habana somos detenidas los domingos y no menos de 60 o 70 en toda la isla», explicó.
La Iglesia Católica ha tenido un rol importante como intermediaria entre la oposición y la sociedad civil cubana y el gobierno de Raúl Castro, y según Soler, el arzobispo se mostró «muy receptivo» ante las denuncias del movimiento, que explicó de primera mano al prelado cómo se les impide llegar a misa sistemáticamente y son víctimas de abusos como robos o multas por «violar el cordón de la seguridad del Partido Comunista de Cuba» al salir de sus casas.
Fuentes: Cubanet; Martí Noticias.