Un estudio del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP) advierte que el presidente estadounidense, Donald Trump, podría afectar el abastecimiento de agua en el oeste del país, si construye el muro fronterizo con México.
“La búsqueda de un muro fronterizo incrementaría las complicaciones. De manera similar al resto de la frontera Estados Unidos-México, la región fronteriza a lo largo del río Colorado tiene comunidades que están en estrecha proximidad una de la otra”, informó el autor del estudio, Ryan Richards.
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“Una ruptura de las relaciones entre Estados Unidos y México podría poner en peligro los tratados, poner más tensión en los abastos de agua y detonar condiciones de escasez con un impacto devastador sobre empleos y economía”.
La región que afectará a Estados Unidos es de dos millones de hectáreas que dependen del agua potable del río Colorado, que perjudicaría a más de 35 millones de estadounidenses.
“El manejo del río Colorado es un asunto claro e inmediato, y no debe desatenderse la urgente necesidad de una mayor seguridad del agua en la zona”, señala el CAP.
En la administración del antecesor de Trump (Barack Obama), anunció la llamada “minuta 319” en 2012 para que México mantuviera la porción de su dotación de agua del lago Mead para uso futuro, y en 2014 la porción del agua del lago Mead fue liberada en un flujo de ocho semanas de duración, lo que permitió al agua llegar al delta por primera vez en años.
Sin embargo, las relaciones entre ambos países no son las mismas, y la minuta 319 expira a finales del presente año, por lo que Trump deberá asegurar que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) continúe las negociaciones bajo el tratado bilateral.
Fuentes: El Economista; Sputnik.