El pasado lunes 20 de marzo, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) anunció que ha empezado la comercialización del servicio de Internet en los hogares de manera gradual.
Por el momento, cuenta con 358 clientes que participaron durante una prueba piloto en La Habana Vieja, pero se irá expandiendo poco a poco en otras zonas del país, según indicó Etecsa.
La directora de la División de La Habana de Etecsa, Odalys Rodríguez del Toro explicó que las tarifas oficiales se harán públicas a través de la Gaceta Oficial de la República de Cuba, aunque también indicó que los vecinos de los consejos populares de Catedral y Plaza Vieja, ya conocen los precios, los cuales a su juicio, no son tan elevados.
Sin embargo, medios locales han evidenciado que esto no es cierto. La tarifa correspondiente a 30 horas mensuales de Internet, oscilará entre 15 y 105 pesos convertibles cubanos (CUC, equivalentes a dólares, es decir entre 15 y 105 USD) por contratar el servicio a velocidades que van desde los 128 kilobytes y 2 megabytes.
Asimismo, los medios indican que si el cliente quiere optar por extender el tiempo de conexión, deberá pagar 1,50 CUC adicional por cada hora extra.
Según fuentes de Etecsa, el equipamiento instalado para ofrecer este servicio, provino de la empresa china Huawei, y entre las medidas adoptadas previamente estuvo el paso de los abonados de telefonía básica en estas zonas a una nueva tecnología, lo cual implicó realizar variaciones de numeración.
Asimismo, la empresa de telecomunicaciones informó que habrá un servicio de navegación nacional para estudiantes de la isla destinado al estudio.
Por su parte, la , directora de la Dirección Central de Comercial y Mercadotecnia de Etecsa, Tania Velázque, admitió saber que las tarifas impuesta son altas, pero también indicó que los usuarios disponen de posibilidades para ajustarlas a sus economías.
“Nuestra propuesta es continuar con la expansión de los servicios e ir acercándolos a precios razonables”, dijo.
Es importante destacar que hasta ahora, la conexión en los domicilios había estado permitida solamente a algunos profesionales como médicos, periodistas, intelectuales o académicos, que requerían una autorización gubernamental.
Fuentes: El Nuevo Herald; Trabajadores; Juventud Rebelde; El mundo.