
EnglishEl presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció un “golpe institucional” en la Organización de Estados Americanos (OEA) al “impedir el ejercicio de la presidencia de Bolivia“.
“De nuevo OEA convertida en Ministerio de Colonias. Se produce un golpe institucional al impedir el ejercicio de la presidencia de Bolivia”, manifestó el mandatario a través de su cuenta de Twitter.
De nuevo OEA convertida en Ministerio de Colonias. Se produce un golpe institucional al impedir el ejercicio de la presidencia de Bolivia.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) April 3, 2017
El pasado lunes 3 abril, Bolivia, quien preside el Consejo Permanente, suspendió la sesión extraordinaria que tenía planificada la OEA para discutir “los recientes eventos” ocurridos en Venezuela.
Sin embargo, a pesar de la negativa de Bolivia, la reunión se llevó a cabo, y fue el embajador de Honduras, Leónidas Rosa Bautista, quien abrió oficialmente la reunión con la presencia de 20 países en la sala.
Ante esta situación, los representantes de Bolivia y Venezuela (países aliados del bloque bolivariano) decidieron interrumpir la sesión de la OEA, por considerarla “ilegal” y suponer “un golpe de Estado”.
Diego Pary, representante de Bolivia, había suspendido la sesión por supuestamente no haber cumplido con las formalidades de informar a la nueva presidencia.
Más tarde, el representante boliviano decidió llamar a una reunión informal en la que una veintena de países argumentaron que la sesión se había convocado cumpliendo todas las formalidades y que solo había que celebrarla.
Finalmente, en la sesión extraordinaria, se aprobó “por mayoría” una declaración que afirma que en Venezuela hay una “grave alteración inconstitucional del orden democrático”, y exige al Gobierno de Nicolás Maduro que restaure “la plena autoridad” de la Asamblea Nacional, en poder de la oposición.
El texto fue aprobado “por mayoría” (17) de los 21 Estados presentes en la sala, ya que solo se abstuvieron cuatro de ellos: República Dominicana, Bahamas, Belice y El Salvador.
Fuentes: El Nuevo Herald; Sputnik.