
El paso del huracán Irma por La Habana causó que 4.288 viviendas resultaran dañadas; ahora las personas que viven en edificios situados en el célebre Malecón de la capital cubana temen que sus viviendas no resistan en pie.
“Hace ya cuatro días que estamos durmiendo en la calle, [el huracán] acabó con la casa, las cosas las tengo reventadas, los gusanos están caminando por las paredes, ya no puedo más”, denunció Tayli Pérez, quien pidió que alguien “se haga cargo de esto”.
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Pérez vive con su hijo de cinco años en un edificio que quedo en mal estado tras el paso del huracán.
“Voy a poner la cama en el medio del Malecón, que no pueda pasar el tráfico […]. Hace una bola de años que estamos aquí esperando que nos den casa y al final pasa el tiempo y se nos va a caer el edificio arriba, ya no aguantamos más, estamos dispuestos a cualquier cosa”, comentó otra vecina del mismo edificio.
A causa del desastre natural, cientos de vecinos del Malecón y sus zonas aledañas fueron evacuados. Los vientos huracanados tumbaron paredes y en el edificio de Pérez inclusive penetró agua de fosas fecales.
Irma azotó la capital cubana causando 157 derrumbes totales y 986 parciales, según los reportes oficiales preliminares publicados.
Además, se contabilizaron al menos 818 techos derruidos y afectaciones en otros 1.555. En la ciudad el mar entró hasta casi 300 metros tierra adentro y el huracán causó la muerte de al menos diez personas.
Las personas fallecieron a causa de derrumbes de edificios postes eléctricos o ahogados ante el virulento avance del agua.
Como si el huracán no hubiese sido suficiente, cubanos denuncian haber sido víctimas de robos por parte de “personas que se aprovecharon de las desgracias de otros”.