El Gobierno de Bolivia admitió que Inteligencia de la Policía vigiló las marchas que se llevaron a cabo el pasado martes 10 de octubre.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, detalló cada una de las concentraciones que se llevaron a cabo en los nueve departamentos y justificó las acciones de espionaje afirmando que es una misión del Gobierno “hacer seguimiento a lo que sucede en el país”.
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“Todos los días nuestra misión es hacer seguimiento a lo que sucede en el país, en todo el país; y para darle un ejemplo, hubo una movilización del denominado Codelpa a las 15:00 en puertas de la Casa Social del Maestro, donde estaban José Luis Álvarez, Severo Apaza, Eliana Zorillo, Carlos Pérez y Mohamed Daniel Lozano. Estas personas debatían qué hacían en la concentración y estas personas decidieron no participar porque dicen que no estaban con los opositores, lo tenemos registrado también; hubo otra movilización de Adepcoca, tenemos todos los detalles, nuestra misión es hacer seguimiento”, afirmó el funcionario.
Romero detalló a personas que se encontraban en las movilizaciones e incluso comentó la descripción de su filiación política o el trabajo que realizaban para los partidos tradicionales.
Los métodos explicados por el ministro fueron criticados por los afectados; sin embargo, todos coincidieron en que no es la primera vez que marchas opositoras y dirigentes políticos son espiados por el Gobierno de Evo Morales.
“Todos sabíamos que siempre hubo seguimiento, eso no es novedad, la novedad sería que ellos ahora lo admiten y lo más penoso es que reducen su análisis de lo que pasó a una mera descripición de las movilizaciones y ponernos a los activistas en un organigrama como delicuentes, es una pena”, comentó José Antonio Quiroga, sobrino del líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Por su parte, el cívico de Cochabamba, Luis Flores, mencionó que “ligarlos a los partidos” es lo “inconcebible”.