Un informe confidencial del Gobierno revela que el nuevo jefe de la Policía Nacional de Honduras, José David Aguilar Morán, ayudó a entregar un cargamento de cocaína valorado en 20 millones de dólares.
De acuerdo a The Associated Press, la agencia de noticias que publicó el informe, el jefe de la Policía ayudó en 2013 a que se completara con el traslado de un cargamento de 780 kilos (1700 libras) de cocaína que pertenecía a Wilter Blanco, exlíder del cartel del Atlántico que fue recientemente condenado a 20 años de prisión por la Corte del Distrito Sur de la Florida.
El informe explica que el cargamento pretendía ser trasladado a la casa del narcotráficante cuando uno de los agentes (corruptos) que custodiaba la cocaína fue detenido y esposado por un policía de rango menor.
El agente detenido llamó a Aguilar, quien entonces era el jefe de inteligencia de la Policía Nacional, y éste ordenó liberar tanto al agente, como al camión cisterna en donde estaba escondida la droga.
La publicación del informe se presenta a pocos días de que Aguilar prometiera “depurar a los policías corruptos” para acabar con las complicidades en actos de corrupción, lo que, evidentemente, pone en duda la veracidad de su promesa.
Además, el nuevo informe también podría cuestionar al propio Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández, considerado un aliado clave de Estados Unidos en la guerra contra el narcotráfico, según el diario La Tribuna.
Sin embargo, el Gobierno hondureño asegura que el informe es falso y que no constituye “una comunicación oficial de la Policía Nacional”. El comunicado gubernamental acusa a los medios de comunicación de realizar denuncias que “carecen de veracidad” y recomendó que se verifiquen las informaciones antes de publicar “primicias falsas”.
Por su parte, Omar Rivera, miembro de la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional aseguró que si se comprueba que Aguilar sí estuvo involucrado en actos ilícitos, se procederá conforme a la ley.
“Hay un procedimiento que se sigue a lo interno de la comisión especial que fundamentalmente tiene que ver con verificar información que está en poder de la Inspectoría General de la Policía, la Dirección de Recursos Humanos de la Policía y la Dirección Policial de Investigación”, explicó Rivera, resaltando que sin importar cuándo se hubieren cometido los actos se tomarían medidas.
Alberto Solórzano, también miembro de la Comisión de Depuración, anunció que se convocó una reunión de emergencia para verificar la información y “tomar las decisiones respectivas”.
“Si hay situaciones inapropiadas, si es necesaria la separación, vamos a pedir la separación. Si existe un involucramiento no estamos ahí para tapar nada”, dijo.
Cabe destacar que hasta ahora no se ha publicado ninguna prueba de que este informe sea cierto y el director de la Policía aún no se ha manifestado ya que, por jerarquía, quien debe hablar primero es la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía, por lo que solo queda esperar a ver las acciones que se tomen respecto al caso.