Esta semana, el presidente Sebastián Piñera cedió ante una de las grandes peticiones del pueblo chileno al enviar al Congreso un proyecto de ley para ampliar la gratuidad de la educación superior técnica, en momentos en que se espera la primera marcha estudiantil desde que el mandatario asumió el cargo.
Durante el primer período presidencial de Piñera, el mandatario se vio afectado por las masivas protestas estudiantiles en las que se exigía la gratuidad universal; sin embargo, el jefe de Estado se ha separado de esa idea por considerarla insostenible económicamente.
Incluso en el transcurso de la campaña electoral, Piñera mantuvo que prometer gratuidad universal significaría comprometer “todos los recursos presentes y futuros a una sola causa”, olvidándose de muchos otros sectores que también tienen necesidades y requieren de la ayuda gubernamental.
Ahora, poco tiempo antes de la primera marcha estudiantil (de este período presidencial), Piñera ha decidido acelerar la iniciativa de gratuidad; y aunque no sería gratuidad universal, el proyecto supone un gran beneficio económico para todos aquellos jóvenes que cursen carreras impartidas por Centros de Formación Técnica y/o Institutos Profesionales cuya condición socioeconómica “pertenezca a los siete primeros deciles de menores ingresos de la población del país”.
“La gratuidad en la educación superior ha llegado para quedarse y que no habrá lucro en la educación superior universitaria”, dijo el mandatario durante el anuncio de su avance, lo que podría generar dudas respecto a su posición en el tema y las consecuencias económicas que esto podría traer.
Sin embargo, Piñera ya había planteado durante su campaña la posibilidad de dar beneficio a estudiantes de institutos técnicos con bajos recursos; y la propuesta del mandatario fue sustentada.
El mandatario señaló que la cobertura de esta iniciativa tendrá un costo aproximado de veinte mil millones de pesos chilenos (USD $33.580) y el cargo será presupuestado al Ministerio de Educación, aunque Ministerio de Hacienda “podrá suplementar dicho presupuesto en lo que faltare, con cargo a la Partida Presupuestaria Tesoro Público”, indica el proyecto.
Por su parte, el ministro de Educación Gerardo Varela, explicó que este proyecto es el primer paso para alcanzar la promesa de campaña de Piñera de lograr la cobertura del 90 % de los estudiantes más vulnerables del sistema, pero explicó que para seguir avanzando debe haber un crecimiento económico que permita que el gobierno cubra con mayores beneficios sociales.
“Por eso es tan importante el crecimiento económico (…) , porque gracias a los impuestos que paga la gente, el Estado está en condiciones de financiar estas necesidades”, dijo.
Sectores de la izquierda insisten en criticar la propuesta de Piñera calificándola de “pequeña” , pero las propuestas de gobierno debe ser realistas y responsables económicamente para no generarle al Estado una deuda que no sea capaz de cubrir, llevando a la quiebra al país.