El “Atlas de la Violencia 2018”, un informe gubernamental realizado por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) y por el Foro Brasileño de Seguridad Pública, reveló que la tasa de homicidios rompió récord ltras alcanzar las 30,3 víctimas por cada 100.000 habitantes.
Según los datos recientemente divulgados, la marca histórica se impuso en 2016 al registrarse 62.517 homicidios, lo que equivale a 30 veces lo observado en Europa en el mismo periodo.
Los datos evidencian que para el mismo año, la tasa de homicidios de Brasil también estaba muy por encima del promedio de América, que según datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito se ubicaba en 16,3 homicidios.
“Brasil, lamentablemente, entra siempre en la lista de las naciones más violetas del planeta”, asevera el informe.
Atlas da Violência 2018 com os homicídios de 2016. A Paraíba ocupa a oitava menor taxa do Nordeste e a 18ª menor do Brasil. Éramos o segundo pior Estado. Em 2017, continuamos a reduzir, sendo o unico Estado a reduzir os homicídios desde 2012, ano após ano. pic.twitter.com/TGC1Hk0oV5
— Ricardo Coutinho 40 (@realrcoutinho) June 5, 2018
Las principales víctimas de homicidios
Uno de los hallazgos del Atlas, fue que la principal víctima de la violencia letal es la población negra o parda.
De acuerdo a los datos, el 71,5% de los homicidios de ese año (2016) fue de personas negras o pardas; el procentaje refleja un crecimiento del 23,1% si se compara con el número de homicidios a personas de color en el año 2006.
Mientras tanto, en la misma década (2006-2016) se evidenció una reducción de victimas de personas que no tienen ese origen étnico, del 6,8%.
“La desigualdad racial en Brasil se expresa de modo cristalino en lo que se refiere a la violencia letal y las políticas de seguridad. Los negros, especialmente los hombres jóvenes negros, son el perfil más frecuente del homicidio en Brasil, siendo mucho más vulnerables a la violencia que los jóvenes no negros”, señala el Atlas.
Violencia letal contra mujeres
Tan solo en el año 2016 fueron asesinadas 4.646 mujeres, lo que representa un aumento del 6,4% desde el año 2006.
El estudio alerta que aunque no se puede decir que todos los casos hayan sido feminicidios, por lo general la mujer cuando se convierte en víctima fatal es porque ha sufrido antes de violencia psicológica, patrimonial, física o sexual
“Muchas muertes podrían ser evitadas si las mujeres hubiesen tenido opciones concretas y apoyo para conseguir salir de un ciclo de violencia “, indica la investigación, resaltando que aún no hay leyes suficientes que impidan que las mujeres se enfrenten a estos tipos de violencia que pueden terminar en homicidios.