
Pareciera haber incomodidad en Padrino por la suspensión del diálogo en Barbados. Efectivamente, el Ministro de la Defensa hizo un llamado público a volverse a sentar a la mesa de negociación porque “nosotros, los bolivarianos, creemos en la humanidad, en el ser humano, en la razón, en las ideas. En cambio, no creemos, ni queremos guerra. Solo creemos en la guerra si es necesaria para darle libertad, independencia y soberanía a Venezuela“.
Estas palabras son pronunciadas por quien ha permitido la mayor invasión de fuerzas militares extranjeras en nuestro país desde su fundación, siendo su trabajo garantizar la defensa y la integridad de la República, poniendo a los cubanos a dirigir nuestras Fuerzas Armadas, es decir, alguien que no está ni de lejos preparado para “darle libertad, independencia y soberanía a Venezuela”. Más patético, imposible.
Además de lo contradictorio de las declaraciones de Padrino, al haber sido el régimen quien suspendió las negociaciones en Barbados, cabe preguntarse si lo dijo para remendar el diálogo con la oposición oficial, habida cuenta que quien pierde más es la tiranía. En otras palabras, reconocen con esa declaración que fue una estupidez haberse parado de la mesa y mandan a Padrino a decirlo. Es el régimen quien esta amarrado a esa mesa, y es la oposición quien les da oxígeno al seguir concurriendo a ella.
Yo no albergo la menor duda que la oposición oficial quiera volverse a sentar con el régimen a pesar de las declaraciones de John Bolton, cerrando definitivamente esa puerta. Sin embargo, partir de esas declaraciones del asesor de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, la oposición oficial no puede ofrecer al régimen menos sanciones (o ninguna en absoluto). Resultado: Maduro no ve la lógica de asistir a Barbados y comienza a moverse con acciones que se encontraban detenidas por ese diálogo, entre ellas, la más importante: estrechar el cerco para anular la Asamblea Nacional, único bastión del poder opositor.
Pero para los venezolanos que seguimos de cerca esta telenovela por entregas, estamos a la expectativa de cuál es el siguiente paso de esa oposición que actúa de acuerdo a la consigna de Eudomar Santos, “como vaya viniendo, vamos viendo”. Porque el régimen sí actúa en diferentes tableros alternativos y para muestra un botón: la consulta de la tiranía.
Hace un mes, el 15 de julio de 2019, los medios digitales publicaron una noticia que pasó inicialmente desapercibida: la oposición que acompañó a Maduro a las elecciones del 20 de Mayo de 2018 propuso públicamente un referendo consultivo para “la renovación de los poderes públicos”. En esta propuesta, resaltaban tres puntos especialmente relevantes: “7) Proponemos convocar un referendo consultivo, basado en los artículos 2, 5, 70 y 71 de la Constitución para consultar al soberano sobre la convocatoria a elecciones generales que permitan renovar todos los poderes públicos nacionales; 8) Exigimos que para hacer realidad esta propuesta, se sostengan y mantengan en el tiempo negociaciones entre las partes con participación de toda la diversidad política nacional y no solo de las élites que conforman los dos polos corresponsables de la crisis. 9 Exigimos así mismo que antes de cualquier convocatoria electoral, se designe como condición previa un nuevo CNE por consenso de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial”.
En otras palabras, una consulta propuesta por “la oposición” de conveniencia (¿pagada?) del régimen , hecha con un CNE que acuerde el gobierno de facto de Maduro, que decida si se sustituyen o no unos los poderes públicos cuyos lapsos están establecidos constitucionalmente y con unas firmas y unos votos que certifican Maduro, Diosdado y su Poder Electoral.
Efectivamente, el 9 de agosto los medios digitales publican “el vocero de la Alianza por el referendo consultivo, Enrique Ochoa Antich, aceptó la invitación de Diosdado Cabello a conversar” y a seguidas los mensajes enviados entre ellos y Diosdado Cabello.
¿Será que nos creen tan estúpidos como para que pensemos que esto no fue arreglado entre ellos desde el principio, que esta operación que comenzó en la Sala C de la UCV en julio no fue una iniciativa del régimen utilizando el parapeto de quienes le hicieron la comparsa en las elecciones del 20 de mayo de 2018? ¡Por favor! Es de hecho la ejecución del plan alternativo de pasarle la aplanadora a la Asamblea Nacional.
En los hechos, ya comenzó la utilización indebida del referendo consultivo por parte del régimen utilizando los medios electorales que controla. Muy pronto, aparecerán los “millones de firmas” para convocar elecciones anticipadas de la Asamblea Nacional, violando la Constitución, y posteriormente los millones de votos con las máquinas Smartmatic para realizar esa elección anticipada.
No es la primera vez que el régimen se adelanta utilizando un instrumento propuesto por la Alianza Nacional Constituyente Originaria (ANCO). Lo hicieron la primera vez el 1 de mayo de 2017 al convocar una Asamblea Nacional Constituyente sin la autorización del pueblo venezolano, luego de que reiteradamente recomendáramos a la oposición oficial iniciar esa convocatoria constituyente con la mayoría calificada que tenían desde la instalación del Parlamento opositor el 5 de enero de 2016.
El régimen de nuevo se nos adelanta con una convocatoria fraudulenta de la soberanía popular con una consulta, luego de que le planteáramos a la oposición oficial y al país la convocatoria de esa misma soberanía para el cumplimiento cabal del “cese de la usurpación”, a través de un plebiscito sin el CNE. ¿Hasta cuando tanta miopía y estupidez opositora? Llegó la hora de actuar con la iniciativa. Convoquemos nosotros ya a esa soberanía, pero a favor del pueblo.