Desde Miami, la Asamblea de la Resistencia Cubana, compuesta de exiliados con el apoyo de asesores jurídicos internacionales, convocaron una rueda de prensa el 16 de julio para tomar acciones que concienticen a las compañías que llevan cruceros a la isla y que cancelen esos trayectos al considerar que sus contribuciones “van directamente a fortalecer el totalitarismo” del régimen de la isla.
La acción no se limita al exilio cubano. Los organizadores llaman a nicaragüenses y venezolanos y todos los solidarios a “defender la libertad” este sábado 21 de julio, cerca del puerto de Miami, para actuar frente a “diferentes formas de financiación de la represión”.
PanAm Post se comunicó con Orlando Guitiérrez, el orador principal, director de la Asamblea de la Resistencia Cubana y del Directorio Democrático Cubano.
Indica que buscan generar conciencia de que los cruceros sólo alimentan a una tiranía, a la represión militar y a la explotación de los obreros, pues explica que las condiciones de trabajo en Cuba son esclavizantes.
Ya que el ejército está a cargo de la industria del turismo en Cuba, es quien administra las ganancias producidas. De modo que los mismos que reprimen a los cubanos deciden cuánto se llevan de la ganancia.
Propiedades cubanas incautadas quintuplican las americanas expropiadas por el régimen
Asimismo, la asamblea resalta que el proceso de socialización en marcha en la isla expropió los puertos y embarcaderos que hoy usan los cruceros “a punta de fusil”. Pertenecían en su mayoría a los exiliados.
Es decir, tácitamente están validando un sistema político y económico que expropia a los cubanos y les somete a condiciones precarias.
Previo al embargo de los EE. UU. sobre Cuba, el régimen socialista expropió empresas de propietarios americanos y se apropió de las viviendas y negocios de los exiliados de la primera generación.
Según Foresight Cuba, en la década de los 60 se incautaron cinco veces más propiedades de cubanos que de americanos.
Se estima que hasta el 2019 las compañías de cruceros producirán más de USD$ 761 millones en ingresos brutos y llevarán a más de 570.000 pasajeros a Cuba.
Carnival, Royal Caribbean y Norwegian, las principales del mundo, son las compañías que operan en la isla al ser las primeras en obtener licencias tras la “normalización” de las relaciones entre Cuba y EE. UU. bajo el mandato de Obama en 2014.
El portal de noticias Efe se comunicó con la compañía Carnival, que respondió que han sido informados de los reclamos y que cuando se trata de Cuba y asuntos como éste, continuarán siguiendo la ley de los Estados Unidos para guiar sus acciones y políticas, “como lo hemos hecho desde que comenzamos nuestros primeros cruceros a Cuba”.
DON’T AID THEFT! Campaign: #Cuba cruises traffic in stolen property, exploit slave Cuban labor and fund repression. They are un- #American pic.twitter.com/iHoVapx9JB
— Cuban Exile (@cubanexile) June 7, 2018
Las campañas mediáticas de la asamblea también llegaron a las calles, en forma de vallas publicitarias. Bajo el lema “no ayude a robar”, explican que los cruceros generan tráfico en propiedad robada y que explota a los cubanos con mano de obra esclava, mientras financia la represión.
En cuanto a los resultados de la campaña, el director de la Asamblea de la Resistencia Cubana indica que hay quienes “están cancelando sus viajes a Cuba porque saben que esto es un acto inmoral”.
Otra petición es que el presidente Donald Trump “siga la ley” y “que no se puede hacer negocios de ningún tipo con Cuba”, puesto que viola el embargo.
Cabe resaltar que la comunidad cubana fue una de las que más respaldó a Trump por su posición dura contra el régimen, en contraste a su predecesor.
#CubaCruises traffic in stolen property, exploit #Cuban labor & fund repression in #Cuba. Don’t Aid Theft! pic.twitter.com/jSa6md8Kv2
— Cuban Exile (@cubanexile) July 1, 2018
Por último, la rueda de prensa contó con la participación de Manuel Zalba, abogado español de la Comisión Justicia Cuba, una coalición de activistas internacionales que hizo presente en las calles de Lima durante la Cumbre de las Américas. Resaltó que mientras los turistas “pagan más de 100 dólares (85,5 euros) por una noche de hotel, los trabajadores apenas reciben un dólar”.
Es decir, mientras el régimen se enrique en colaboración con sus socios internacionales, el pueblo cubano sigue recibiendo solo migajas.