A un mes de las elecciones presidenciales en Brasil y con el principal candidato de la izquierda (Lula Da Silva) declarado inelegible, ya que está preso por corrupción, un simpatizante decidió intentar frenar la popularidad del principal candidato de la derecha y atentar contra su vida, apuñaló a Jaír Bolsonaro.
Ya está detenido e identificado como autor del atentado Adelio Bispo De Oliveira. Aunque no ha confesado aún, el incidente fue filmado y fue capturado en el momento.
De Oliveira fue identificado como jefe de campaña de Dilma Roussef (en la ciudad del atentado), quien tuvo que dimitir la presidencia de Brasil por sus denuncias de corrupción y malversación de fondos públicos. Es decir, el acusado de intento de homicidio es miembro del Partido de los Trabajadores.
ÚltimaHora | Intentan asesinar a @jairbolsonaro, virtual presidente de Brasil en un acto de campaña electoral. #6Sep pic.twitter.com/ZuLyaxqo7a
— Rumbo Libertad (@Rumbo_Libertad) September 6, 2018
Por medio de su perfil en redes sociales, donde muestra la bandera de Brasil con la hoz y el martillo del comunismo en el medio, se observa que De Oliveira rechaza la presidencia de Temer, quien ocupó el rol de Dilma Roussef tras haber dimitido.
Tanto la dimisión de Dilma como la inelegibilidad de Lula Da Silva han sacudido a la izquierda brasilera que está convencida mayormente que en ambos casos no se trata de justicia sino de persecución política. Esto produjo el acto de justicia por mano propia del intento de verdugo de Bolsonaro.
Aunque inicialmente anunció que era una superficial, en una segunda comunicación el hijo de Jaír, candidato a senador, anunció que la situación es más grave de lo que se creía. Describe a su padre como “casi muerto”, dado que perdió mucha sangre y resalta que se comprometieron tres órganos con la puñalada. Pide oraciones.
Infelizmente foi mais grave que esperávamos. A perfuração atingiu parte do fígado, do pulmão e da alça do intestino. Perdeu muito sangue, chegou no hospital com pressão de 10/3, quase morto… Seu estado agora parece estabilizado. Orem, por favor!
— Flavio Bolsonaro (@FlavioBolsonaro) September 6, 2018
Según reporta el diario conservador O Antagonista, el Alto Mando del Ejército convocó una reunión de emergencia. Cita a un oficial diciendo: “Las instituciones perdieron el control. Si Bolsonaro muere, las cosas se van a descarrilar”.
Resulta inevitable recordar cómo los atentados han fortalecido a políticos liberales en lo económico y conservadores en lo social, como sucedió con Ronald Reagan. Sobrevivir un atentado repuntó su popularidad y facilitó que promueva políticas impopulares, como la reducción del Estado y la apertura del mercado.
Tanto él como el entonces papa Juan Pablo II sobrevivieron ataques contra su vida en el mismo año. Esto produjo un encuentro donde declararon que se salvaron para defender a la humanidad del socialismo.
Y es que el papa padeció el totalitarismo toda su vida. Su natal Polonia estuvo ocupada tanto por el socialismo en su variante nacionalista (Nazi) como en la versión internacionalista de la Unión Soviética que sometió a su nación y las vecinas bajo regímenes de terror, miseria y servidumbre durante más de medio siglo.
Ahora es el turno de Bolsonaro. Pues, desde la caída del Muro de Berlín, se sembró en Brasil el germen de la expansión socialista del Siglo XXI a través del Foro de Sao Paulo, liderado por Fidel Castro por medio del entonces sindicalista, posteriormente presidente y ahora preso Lula Da Silva.
Desde la instauración del foro, anualmente la izquierda latinoamericana y mundial se ha reorganizado para suplantar las técnicas de la vieja izquierda, de los gulags y los escuadrones de fusilamiento, por la democracia.
Con el petróleo de Venezuela, tenían recursos suficientes para mantener a flote el proyecto y al Brasil, al tener frontera con casi todos los países de América del Sur, tenía una utilidad logística. Pero con la nacionalización de la industria y la destrucción de la economía por medio de un sistema centralizado, Venezuela, el país con la mayor reserva terminó importando nada menos que a su peor enemigo: los EE. UU.
Ahora, con Venezuela empobrecida, Lula preso, Dilma dimitida y Fidel muerto, la desesperación de la izquierda se evidenció con el intento de asesinato contra Bolsonaro.
Así como Reagan sobrevivió y encaminó la destrucción del Muro de Berlín y consigo la caída de la Cortina de Hierro instaurada por el socialismo soviético, el martirio de Bolsonaro podría repuntar su carrera presidencial, al exponer la violencia de su adversario y el temor por su triunfo y consigo la derrota del socialismo regional.
Pero la situación actual del candidato presidencial es grave. Queda esperar que sobreviva y luego que su salud le permita llevar adelante la campaña que termina en un mes.