Dados los atropellos contra sus ciudadanos, el futuro canciller de Brasil anunció que Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, y sus aliados más cercanos Nicolás Maduro de Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua no son bienvenidos a la posesión presidencial de Jair Bolsonaro. En respuesta, el diario oficial del régimen cubano, Granma, publicó una nota declarando el honor de no ser invitados.
“Resultaría denigrante acompañar en un acto protocolar a la persona que ha sido capaz de poner en riesgo la salud de millones de brasileños al provocar la salida de los médicos cubanos que cumplían su honrosa misión en los más intrincados lugares de la geografía brasileña”, declaró el portal.
O jornal estatal Granma, o único de Cuba, publicou matéria com críticas ao futuro governo. Cuba se alimentou de bilhões de R$ de impostos dos brasileiros em nome do Foro de SP e em detrimento de seus cidadãos. Não convidar seu ditador para minha posse foi mais um de meus acertos.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) December 26, 2018
En respuesta, Bolsonaro manifestó en redes sociales: “El diario estatal Granma, el único de Cuba, publicó un artículo con críticas al futuro gobierno. Cuba se alimentó de miles de millones de reales (moneda de Brasil) de impuestos de los brasileños en nombre del Foro de Sao Paulo y en detrimento de sus ciudadanos. No invitar a su dictador para mi posesión fue otro de mis aciertos”.
Sobre el retiro de miles de médicos cubanos del territorio brasilero, el diario oficialista culpa al futuro mandatario y no a su propio gobierno por haber ordenado el fin de contrato; en vista que no admitió las condiciones de Bolsonaro que los galenos reciban la totalidad de su salario y no menos del 25% como sucedía hasta ahora, ya que el régimen recaudaba su mensualidad y se quedaba con más del 75%.
Pero el portal advierte que el retiro de médicos no alterará el proyecto socialista. Pues no es la primera vez en la historia de la isla que hay un retiro masivo de galenos.
Resalta que “más de la mitad de los profesionales de la salud que ejercían en Cuba en 1959, emigraron en los primeros años, convocados por el mercado”.
Es decir, destaca que desde el inicio de la revolución de los Castro, fiel al discurso antagónico que impera en el discurso del régimen, así como el enemigo fue el mercado, hoy es Bolsonaro.
“Exactamente la misma vieja fórmula a la que apeló ahora el señor Jair Bolsonaro para fracturar la cooperación, en su intento de poner precio a la dignidad de nuestros profesionales”, afirma.
No admiten que son las condiciones económicas en la isla las que llevan a los médicos a irse, sino que es la seducción del enemigo.
Dado que el socialismo es de esencia colectivista, el diario afirma “que no se quiebra la dignidad de un pueblo quebrando la de algunos individuos”.
Tampoco reconoce que fue decisión del régimen y no de Bolsonaro que los médicos se vayan, puesto que no admitió recibir menos ingresos y tampoco permitir que las familias acompañen a los médicos a la misión, derecho que hasta ahora les es negado.
En su lugar, culpan a Bolsonaro de haber privado a millones de brasileros de atención médica.
Asimismo, la nota en el diario oficialista aprovechó la oportunidad para atacar a Bolsonaro dado su vínculo con los “contrarrevolucionarios”, término que adjudican a los cubanos que se oponen al exilio.
El objetivo de este ataque fue Orlando Gutiérrez Boronat que encabeza el Directorio Democrático Cubano y la Asamblea de la Resistencia Cubana, quien estuvo recientemente reunido con Luis Almagro, Secretario General de la OEA en Washington, D.C. Por lo cual el régimen le acusa de estar complotando con Bolsonaro para destruir al régimen con órdenes desde la capital de EE. UU.
Para afirmarlo, explica en la Cúpula Conservadora de las Américas, organizada por el diputado más votado de la historia de Brasil, el libertario Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente electo, se habló de la posibilidad de iniciar un juicio por crímenes de lesa humanidad contra el régimen cubano y el futuro mandatario ofreció a su país como sede para el tribunal.
Reprocha además el uso de términos como “dictadura cubana”, citada siempre entre comillas y cuestiona a Bolsonaro por suprimir la solidaridad que caracteriza al régimen, al retirar a los médicos.
Lo que no admite es que se fueron por orden del régimen el fin de la misión Más Médicos, porque Bolsonaro cuestionó el hecho que el Partico Comunista expropiaba lo que Karl Marx llamaba “plusvalía”, es decir, la ganancia de los trabajadores; un mal del cual acusaba a los empresarios capitalistas.
Naturalmente, regimes que violam as liberdades de seus povos e atuam abertamente contra o futuro governo do Brasil por afinidade ideológica com o grupo derrotado nas eleições, não estarão na posse presidencial em 2019. Defendemos e respeitamos verdadeiramente a democracia.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) December 16, 2018
Por último, en vista de los vínculos de Maduro y el régimen cubano con el proyecto político que perdió en las elecciones, el Partido de los Trabajadores en cabezado por Lula Da Silva, el presidente electo Bolsonaro decidió que invitarlos no sería defender ni respetar la democracia.
Dado que su lema de campaña era “Brasil primero”, invitar a dos regímenes que se alimentaron del dinero de los brasileros por más de una década, tanto por medio de los sueldos de médicos expropiados como por las exportaciones que ninguno de los dos países pagaba, era contradictorio y Bolsonaro declaró que no iba a financiar una tiranía, ni se diga dos.