Los fusilamientos perpetrados por los comandantes que trajeron el comunismo a Cuba siguen siendo defendidos por los herederos de la revolución, esta vez a través de las memorias de la viuda del Che Guevara, Aleida March de La Torre.
Para conmemorar el aniversario 60 del derrocamiento del dictador socialista Fulgencio Batista para suplantarlo por el dictador comunista Fidel Castro, un portal castrista publicó extractos de la obra de la viuda de Guevara donde llama “un acto legítimo de justicia revolucionaria” a cada juicio sumario y sentencia extrajudicial de fuslamiento en el paredón, por el bien de la revolución.
A través de su libro, Evocación, Mi vida al lado del Che, detalla el surgimiento de los “tribunales revolucionarios” el mismo mes que los Castro llegaron al poder: enero de 1959, con el fin de procesar a los “esbirros de la tiranía”.
Fusilamientos
“Este [los fusilamientos] ha sido siempre un tema controversial y tergiversado por nuestros enemigos, a pesar de que representó un acto legítimo de justicia revolucionaria, en el que no medió el ensañamiento ni la improvisación”, detalla la obra.
Aunque la ahora anciana de 82 años, segunda esposa de Guevara y madre de varios de sus hijos, aseguró en sus memorias que el líder revolucionario no participó en los juicios ni presenció los fusilamientos, él mismo confesó ser parte frente a la ONU, en su histórico discurso como embajador de Cuba: “fusilamientos, sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte”
Cuando Guevara estaba al mando de la Fortaleza de La Cabaña, donde recibió el apodo de “carnicero”, instaba a sus subordinados: “No demoren las causas, esto es una revolución, no usen métodos legales burgueses, las pruebas son secundarias. Hay que proceder por convicción”.
De acuerdo al Instituto de la Memoria Histórica, El Che Guevara mató a 213 personas por mano propia, sin contar con las ejecuciones que comandó.
Trabajo forzado para religiosos y homosexuales
Aunque fuentes extraoficiales sostienen que superan los cientos e incluso miles, tanto al mando de La Cabaña como las guerras en el África y como creador de campos de trabajo forzado donde internaba a los hombres considerados no aptos para la guerra, tanto religiosos (que no juraban lealtad a un Dios humanado) como homosexuales, la ONG Archivo Cuba, sostiene que el Che fue autor de 93 ejecuciones y ordenó 66 estando al mando de la Fortaleza de la Cabaña.
Pero al ser impedida toda prensa no autorizada y controlada toda auditoría externa, hasta el fin de la dictadura difícilmente se sabrá.
Mientras tanto, la viuda de Guevara explica en su libro que “era una decisión que, aunque justa, no dejaba de ser desagradable”, refiriéndose a los juicios y cuenta que llegaban a su casa pedidos de clemencia por parte de familiares de los “contrarrevolucionarios”, título que los comunistas otorgan a quienes les enfrentan.
Como presidente del Centro de Estudios Che Guevara, la viuda fue citada no como crítica del legado sanguinario de sus esposo, sino como prueba de su heroísmo en el sitio CubaDebate.
Represión contra toda rebelión
Ahí, la viuda relata desde los inicios del régimen comunista. Sostiene que no hubo resistencia por parte del pueblo, sino que unánimemente respaldaban a los comandantes, pasando por alto que en los primeros seis años de la revolución hubo una guerra llamada “lucha contra los rebeldes” por los comunistas, donde murieron alrededor de 3.000 insurgentes, desde soldados depuestos de su cargo por el nuevo gobierno, como campesinos y también revolucionarios que abandonaron a los Castro cuando estos se declararon abiertamente comunistas, cosa que habían negado por años; ya que luchaban contra la dictadura socialista de Batista.
Asimismo, ignora en el mejor de los casos u oculta la represión que sufrió todo intento de rebelión, siendo el más significativo la liberación de los presos violentos por orden de Fidel para que estos reprimieran con barrotes a los opositores.
Desde los tribunales extrajudiciales contra opositores hasta la liberación prematura de convictos para servir a la revolución, marcaron desde el inicio de la revolución la instauración de la injusticia monopolizada por el partido único que gobierna hasta la fecha.
A fin de cuentas, como decía el Che Guevara, el debido proceso es un método “burgués”, como lo es el Estado de Derecho. La pasión de la revolución socialista, “el odio como factor de lucha” es justificación suficiente para deshacerse de quién se oponga.
Como resultado, 2 millones de cubanos se exiliaron y alrededor de 141.000 perdieron la vida, tanto huyendo por alta mar, ahogados por orden de Castro, incluso niños, como en campos de trabajo forzado, en el campo de batalla y fusilados.
#Ni1Mas por el costo humano de la revolución castrista, por las víctimas del genocidio totalitario en #Cuba #YoVotoNO porque cada cubano merece ser libre y próspero @DiazCanelB @RaulCastroR ??? pic.twitter.com/XRxtP8HrDL
— La Jiri Libre ???? (@JirilibreLa) January 5, 2019
Pero esas muertes, dicho por la propia viuda del Che Guevara, fueron “un acto legítimo de justicia revolucionaria”.