Los paralelismos entre AMLO y el chavismo en Venezuela es un fantasma que le acecha desde que presentó su candidatura. Pese a manejarse con supuesta neutralidad para evitar esta comparación, el Presidente de Méxo anunció que, al igual que Hugo Chávez, va a crear una Guardia Nacional que hasta imita el nombre de la Guardia Nacional Bolivariana en Venezuela.
Ya pasó de ser una promesa de campaña a ser ratificada por el Congreso la propuesta de López Obrador de crear una fuerza de seguridad interna designada por el Gobierno, lo cual despierta temores respecto a la independencia de dicha entidad, si estará al servicio de la ciudadanía o de quien la designa: la administración de AMLO.
Así como en Venezuela la GNB (Guardia Nacional Bolivariana) es el brazo ejecutor del secuestro, tortura e incluso asesinato de opositores al régimen de Hugo Chávez y hasta ahora de Nicolás Maduro, crecen dudas sobre la naturaleza de la entidad mexicana que pretende llevar el mismo nombre que su equivalente en Venezuela.
Siendo así, AMLO tendría una fuerza armada que aplaste cualquier insurrección hacia el Gobierno y cabe resaltar cómo en Venezuela, pese a tener las Fuerzas Armadas a su favor, al chavismo no le bastó sino que incorporó además a grupos paramilitares, conocidos como colectivos y la FAES, Fuerza de Acción Especial de la Policía Nacional Bolivariana.
Al igual que sucede en Venezuela, donde hasta el momento la fidelidad de las GNB es lo que frena la salida de Maduro del poder, pese al rechazo masivo reflejado por los 5 millones de exiliados y el 80% de abstenciones en las últimas elecciones.
Sin embargo, para evitar ser vinculado al gobierno y consigo a la crisis provocada por el socialismo, AMLO no viajó a Venezuela para la renovación del mando de Nicolás Maduro; aunque envió a un embajador en su lugar. Ante lo cual, Maduro gritó: “¡Viva México!”, ratificando así el respaldo del Gobierno de AMLO.
Asimismo, a diferencia de su homónimo brasilero, Jair Bolsonaro, que desinvitó de su asunción a las delegaciones de Nicaragua, Cuba y Venezuela, por la represión ejercida sobre sus gobernados, López Obrador invitó a Maduro.
“Un soldado está entrenado para la guerra, para matar y un policía no está entrenado para matar”
La siguiente inquietud principal es que la incorporación de la Guardia Nacional requeriría un cambio constitucional, puesto que el fin de las Fuerzas Armadas es la de defender la soberanía frente a una amenaza interna, no cumplir el rol de la policía.
Para el exdirector del Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen), Guillermo Valdés Castellanos, “puedes capacitar a los miembros de la Guardia Nacional, pero el problema de militarizar la seguridad púbica es que el Ejército está diseñado y capacitado para amenazas de seguridad nacional”.
“Un soldado está entrenado para la guerra, para matar y un policía no está entrenado para matar en principio sino para investigar y prevenir la delincuencia”, exclama.
Es decir, desde la base, la formación de la policía es distinta a la del ejército, como lo son sus objetivos y forma de ataque.
Y concluyó que en los últimos doce años las bandas de delincuencia organizada aumentaron tanto el riesgo para el país como su territorio de alcance.
Bajo el mando del expresidente Felipe Calderón se dio inicio de la guerra contra las drogas y consigo se otorgó el poder a las Fuerzas Armadas de intervenir en asuntos de seguridad interna para resguardar a la población de la violencia del narcotráfico.
Pero esta función tenía un carácter transitorio. Mientras que el plan de AMLO requeriría otorgar poderes permanentes a una entidad que supera sus funciones constitucionales y como tal exigiría modificar la Carta Magna de los mexicanos.
Por ello, organizaciones internacionales que vigila atropellos contra los Derechos Humanos, como Human Rights Watch, sostiene que la creación de la Guardia Nacional implica perpetuar a los militares en la vigilancia policial del país.
Agregó que “López Obrador comete un error colosal que podría frustrar cualquier esperanza de poner fin a las atrocidades que tanto sufrimiento han causado en México en los últimos años”.
Por su parte, el experto en seguridad Alejandro Hope le dijo a BBC Mundo que “es un plan militarista” y que “el corazón de la propuesta es hacer permanente la participación de fuerzas armadas en tareas de seguridad pública”.
Mientras se aguarda la aprobación (o denegación) del Senado para la creación de la Guardia Nacional, pues el sistema bicameral exige que tanto el Congreso como el Senado aprueben, AMLO anunció que finalizará la guerra contra las drogas. Pues considera que el rol del Estado no es perseguir capos sino garantizar seguridad.
Lo cual despierta la tercera y no menos importante inquietud respecto a si la administración de AMLO, al igual que la de Maduro, obtendrá fuentes de financiamiento del narcotráfico. Pues públicamente anunció que la persecución de dichas redes no es prioridad.