En lo que va del 2019, ya son 639 las detenciones arbitrarias con fines políticos registradas de acuerdo al informe mensual de represión política en Cuba de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
Los más perseguidos han sido quienes rechazan la nueva constitución que busca darle al régimen el poder de reprimir legalmente a los objetores del socialismo.
Por ejemplo, el artículo 3 avala que “los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución”.
Dicho orden es nada menos que el socialismo y es denominado en la Constitución como irrevocable. Lo cual implica que quien se oponga a este sistema podrá ser atacado por la fuerza y su mera disidencia califica como traición a la patria: “el más grave de los crímenes” y “quien la comete está sujeto a las más severas sanciones”, explícito también en el Artículo 3 de la Constitución.
Asimismo, el artículo 5 determina que “el Partido Comunista de Cuba, único, martiano, fidelista y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la permanente vinculación con el pueblo, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado”.
Como consecuencia, en febrero la cifra de detenidos llegó a 310. Es decir, más del 100% en comparación con los meses de enero y marzo, dado que en febrero hubo un plebiscito para validar la nueva constitución.
Mientras que en marzo de 2019 se documenta por lo menos 185 detenciones arbitrarias a disidentes pacíficos.
Sumado a las detenciones, el informe también denunció 37 actos de hostigamiento y al menos una agresión física, “acciones represivas que alimentan la atmósfera de intimidación que es parte de la vida cotidiana en Cuba”.
No obstante, el informe de la CCDHRN plantea que “el régimen sigue optando por la represión política de ‘baja intensidad’, que supone acudir preferentemente a las detenciones de corta duración y a otras formas de represión en las que son expertos los represores de la poderosa y ubicua policía política secreta (Seguridad del Estado)”.
De modo que aunque hay violencia, el grado es menor.
De acuerdo al cuadro provisto en el informe, el pico de detenciones fue el año que el expresidente de EE.UU., Barack Obama, visitó Cuba.
Pues en ese tiempo se hizo una purga en las calles, para librarla de opositores antes y durante la visita del mandatario.
Aunque el saldo total de detenciones en el 2019 es 639, la mayoría fue liberada.
En total, la CCDHRN estima que hay entre 130 y 140 presos políticos en Cuba.
Entre ellos está José Antonio Pompa López, miembro del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo, quien está internado en la Prisión 1580.
Además, Ubaldo Herrera, detenido a principios del 2017 en los días que se inauguraba el Partido Libertario Cubano-José Martí. Junto a él fue apresado Manuel Bisea, quien pasó 11 meses en prisión antes de ser liberado.
Por último, en el 2018 la Comisión contabilizó 2.873 detenciones. Hasta el momento, la cifra es proporcional al año anterior. Pues lleva la cuarta parte de detenciones y recién comienza el cuarto mes del año.
Lo que distingue a este año del anterior es la nueva constitución que valida la agresión contra los opositores y garantiza la potestad de atacarlos.