A partir de este jueves 2 de mayo habrá justicia para quienes fueron expropiados por el régimen comunista cubano. Los ciudadanos de EE. UU., en su mayoría exiliados cubanos, ya pueden demandar a las empresas multinacionales y locales que se enriquecieron a expensas de las políticas monopólicas del régimen castrista.
“A los estadounidenses a los que les han robado su propiedad privada y ganada en Cuba, finalmente se les permitirá demandar”, dijo el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton.
8 521 millones de dólares es la cifra estimada que podrían reclamar los demandantes, incluyendo intereses sobre 1 900 millones de dólares en propiedades que fueron expropiados por el régimen comunista.
Según la secretaria de Estado adjunta de EE. UU. para Latinoamérica, Kimberly Breier, en 1996 ya había 200 000 reclamos de individuos y empresas que querían recuperar sus bienes expropiados en Cuba, una cifra que, afirma, podría haber aumentado en las últimas dos décadas.
El Título III forma parte de la Ley Helms Burton, propuesta en 1996 bajo el presidente Bill Clinton, pero no se hizo aplicó hasta ahora. De hecho, bajo Barack Obama se normalizaron las relaciones con la dictadura; lo cual agravó la persecución de los opositores, pues con la llegada de turistas norteamericanos, el Estado de propaganda se debía mantener con las calles libres de manifestaciones en contra.
Esto afectó con prisión y expropiaciones particularmente a los cubanos religiosos, tanto protestantes como católicos, en vista que eligen formas de vida donde el Estado no es el regidor central.
Dictadura se financia con dinero extranjero
Mientras el cubano promedio gana menos de 30 dólares por mes, sobre la costa caribeña hay hoteles de lujo a los que no tienen acceso salvo como personal de limpieza. El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, encargado de reprimir a los opositores, también administra la industria hotelera, lo que le permite recaudar millones de dólares a nombre de la revolución. Es decir, la dictadura se financia con industrias millonarias y la fortuna la administran los represores.
Pero ese sistema, que ha enriquecido tanto al régimen como sus cómplices a expensas del empobrecimiento de los cubanos, podría llegar a su fin, gracias a la aplicación del Título III.
Lo que comúnmente se conoce como el “bloqueo” contra el régimen, es en realidad un embargo que surgió como consecuencia de la expropiación masiva de más de empresas estadounidenses que operaban en Cuba, desde la revolución comunista de 1959.
También las propiedades de los ciudadanos cubanos que se exiliaron del régimen, muchos de ellos en balsas sobre el mar, fueron expropiadas por el Gobierno sin compensación alguna.
Aunque la medida fue anunciada el pasado 17 de abril por el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, en compañía de referentes del exilio cubano en Miami, no entró en vigencia por presión de la Unión Europea (UE) que amenazó con arremeter de la misma manera contra empresas de EE. UU. en suelo europeo.
De modo que la Unión Europea estaba dispuesta a obrar de la misma forma que el régimen comunista cubano con tal de no arriesgar su negocio en la isla que se sostiene con la expropiación. Y es que las empresas más afectadas serían las cadenas hoteleras españolas Meliá e Iberostar.
En vista que la industria del turismo requiere infraestructura, desde los proveedores de comida y tecnología hasta el transporte, los muelles y también aerolíneas están sujetos a denuncia.
Compañías como Lufthansa y Air France, y corporaciones como la suiza Nestlé, Huawei de China y Mitsubishi de Japón están en la mira de los demandantes.
Una vez que esté en marcha, la Unión Europea deberá decidir si seguirá siendo cómplice de la financiación del régimen cubano o si facilitará la justicia para los ciudadanos cubanos forzados a abandonar sus hogares y expropiados de sus bienes.
Trump amenaza con embargo total a Cuba por meterse en Venezuela
….embargo, together with highest-level sanctions, will be placed on the island of Cuba. Hopefully, all Cuban soldiers will promptly and peacefully return to their island!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 30, 2019
La postura de la administración Trump se mantiene implacable respecto a la dictadura cubana. En vista de que existen al menos de 22 000 efectivos cubanos —según el secretario general de la OEA—, a servicio de Nicolás Maduro en Venezuela, Trump advirtió que si las tropas y milicias cubanas no cesan inmediatamente las operaciones militares y de otro tipo en Venezuela, se avecina un embargo total con las sanciones de más alto nivel, lo que podría implicar un bloqueo económico definitivo en materia de turismo, salud, alimentación, telecomunicaciones, entre otros aspectos.
«Sabemos que los propios guardaespaldas de Maduro son cubanos. Sabemos que hay una presencia cubana muy importante en las dos principales agencias de inteligencia», afirmó Elliott Abrams, el enviado de Estados Unidos para Venezuela.
De acuerdo a Hugo “Pollo” Carvajal, mayor general retirado de la Fuerza Armada Nacional (FAN), reconocido por haberse desempeñado como director de la Inteligencia Militar de Venezuela, la única manera de lograr la caída de Maduro.
Ahora el Gobierno cubano deberá decidir si enfrentar las más duras sanciones interpuestas por EE. UU., lo que restringiría buena parte de los recursos que ingresan a la isla a cambio de seguir recibiendo los dos millones y medio de dólares en petróleo que le regala diariamente Maduro, o si decide salir de Venezuela y permitir que este país recupere la libertad a cambio de evitar un embargo total por parte de Trump.