Amenazas talladas en el vientre de familiares ejecutados se destacaron entre los testimonios más estremecedores de exiliados nicaragüenses que denunciaron cómo son amedrentados por fuerzas paramilitares al servicio de Daniel Ortega. Entre ellos, exmilitares denuncian la incorporación de agentes cubanos a las filas fieles al régimen en Nicaragua.
La Comisión Justicia Cuba, compuesta de abogados y activistas de derechos humanos de 10 países (además de Cuba), recibió las querellas de los exiliados en San José, Costa Rica.
Esta organización es la misma que colocó un cartel gigante sobre las calles de Lima, durante la Cumbre de las Américas, con el rostro de Fidel Castro y Nicolás Maduro junto a la consigna “Se busca por crímenes de lesa humanidad“.
El socialismo nacionalista (nazismo) tuvo su Nüremberg, al socialismo internacionalista (comunismo) le llegó la hora
Así como el socialismo en su variante nacionalista (nazismo) tuvo su juicio de Nüremberg, la Comisión Justicia Cuba busca que el socialismo internacionalista (comunismo) se enfrente a un proceso equivalente para fiscalizar los delitos de lesa humanidad del castrismo.
Y es que afirman que el socialismo del siglo XXI está dirigido desde La Habana y ahora van tras la pista que el régimen está enviando represores a Nicaragua.
Desde Costa Rica, país que ha recibido el mayor influjo de refugiados de la vecina Nicaragua que hace 13 meses ha sido sede de protestas callejeras contra el gobierno que ha matado a al menos 594 los manifestantes -según organizaciones de derechos humanos locales- reciben las denuncias de los exiliados.
Bajo la “orientación de cubanos”, declara el manifestante Hugo Morales que “paramilitares” al servicio del régimen de Ortega asesinaron a un hermano.
“Después de ser ejecutado, le dejaron un mensaje en la barriga que decía que [yo] tenía que regresar para pagar por lo que había hecho”, declaró.
Alega que mataron a su hermano “simplemente por protestar por algo con lo que no estaba de acuerdo”.
El acento cubano delata a los represores
En vista que el léxico y el acento cubano es distinguible del nicaragüense (aunque muchos lo confundían con el cubano), varios manifestantes presentaron testimonios contra esta infiltración.
Cuando un represor disparó en Masaya contra un grupo de estudiantes desarmados, fue inmediatamente retenido por un grupo de manifestantes. Para que le permitan irse, dijo que se iba en moto con su “consolte”.
Así dijo ante la Comisión Justicia Cuba un miembro declarado del Movimiento 19 de abril (no confundir con la guerrilla colombiana que lleva el mismo nombre), compuesto por estudiantes universitarios cuando surgieron las protestas contra el gobierno de Ortega y su esposa, que a su vez es su vicepresidente.
El acento caribeño se caracteriza por pronunciar la letra “r” como si fuese una “l”. Aunque consorte comúnmente significa la persona con la cual alguien está casada, en el dialecto cubano significa amigo o aliado.
“Estos cubanos eran supuestamente asesores, pero se preparaban para torturar y asesinar a campesinos”, exclamó el exmilitar nicaragüense Carlos Zamorán.
Afirma que desde la década de 1980 están presentes en Nicaragua. Resalta que “volvieron estos supuestos asesores cubanos” en mayor cantidad desde que Daniel Ortega asumió la presidencia en el 2007.
Los comunistas buscan destruir la Iglesia Católica
“Hasta nos quieren cambiar nuestras creencias en Dios”, reclamó uno de los demandantes, Rigo Andrés Gómez, quien acusa a la dictadura de Ortega de “invadir los templos para que el pueblo entre en pánico”.
Y es que la Iglesia Católica ha cumplido un rol fundamental no solo para salvaguardar a los perseguidos y heridos a raíz de la represión, sino como parte activa en las manifestaciones.
En respuesta, la policía y fuerzas paramilitares fieles al régimen han disparado contra las iglesias y destruido su interior.
Asediado por una turba enardecida que quería ingresar a la Basílica San Sebastián en Diriamba, fui herido, golpeado en el estómago, me arrebataron las insignias episcopales y agredido verbalmente. Estoy bien gracias a Dios. Se liberó la basílica y a quienes allí estaban. pic.twitter.com/9qTgugBjic
— Silvio José Báez (@silviojbaez) July 9, 2018
Incluso el Obispo Auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, tuvo que exiliarse -por pedido del papa Francisco – al Vaticano; ya que fue interceptado un audio donde la seguridad del régimen anunció que sería ejecutado.
Históricamente Cuba bajo el mando comunista ha reprimido la fe católica, solo en diciembre (mes de la Navidad) del 2018 el régimen apresó a más de 200 feligreses saliendo o llegando a misa.
De hecho, no fue hasta la visita de Juan Pablo II, tras la caída del Muro de Berlín y consigo de la Unión Soviética, que fue permitido celebrar la Navidad en Cuba.
Fue también a raíz de ese momento que el Partido Comunista Cubano, el único permitido en la isla, autorizó que católicos puedan ser miembros del partido y, como tal, parte del gobierno.
Es más, en los tiempos del Che Guevara, tanto homosexuales como católicos (y Testigos de Jehová) eran condenados a trabajo forzado en Unidades Militares de Ayuda a la Producción, ya que no eran considerados aptos para la revolución comunista.
Mientras que los revolucionarios fieles al régimen, ayer y hoy, llevan la lucha armada internacionalista por el continente, de acuerdo a los testimonios, incluso a Nicaragua.
Desde que comenzó el 2019, aumentó 1.000% la cantidad de cubanos que ingresan a Nicaragua.
Según el director de la Comisión de Derechos Humanos de Nicaragua, es el mismo método aplicado en Venezuela: «Desertan los militares y hay que reforzar las huestes oficiales que comienzan a flaquear».
«Es una forma velada de comenzar a enviar agentes de inteligencia y aliados a Nicaragua disfrazados de turistas, en momentos en que se teme por la permanencia en el poder del sandinismo», concluye Anibal Toruño, director de Radio Darío.