Desde el 18 de octubre, cuando se desataron las protestas que ahora piden un “cambio de sistema”, la economía chilena ha perdido alrededor de $3 000 millones de dólares, según estimaciones del Gobierno. Eso alude solamente al dinero que se dejó de producir debido al estado de emergencia que mantuvo locales cerrados.
A esto hay que sumar el costo de reparación de los destrozos, incendios y robos masivos que han cobrado alrededor de 23 vidas, muchos de ellos quemados en los saqueos.
Hasta el momento, el acuerdo tributario al que llegó el Gobierno con la oposición prevee la recaudación de $2 000 millones, lo cual cubre menos de la mitad del costo de los destrozos: $4 579 millones de dólares, de los cuales 380 millones se perdieron por los daños que sufrieron 70 de las 136 estaciones que tiene el Metro de Santiago, de acuerdo a la Cámara Chilena de la Construcción.
Solo en infraestructura pública, el monto necesario es de $2 329 millones de dólares, de los cuales para calles y veredas se requieren $1 949 millones de dólares, $1 287 millones de dólares para Santiago, 380 millones en Valparaíso y $282 millones de dólares en Concepción.
Por último, la cifra de los daños de ‘edificación no habitacional’, es decir, de construcciones que no son viviendas (Industria, Comercio y Establecimientos Financieros – ICEF), es de $2 250 millones de dólares.
Edificios históricos, entre ellos iglesias de más de 150 años, declaradas patrimonio nacional, han sido incineradas, vandalizadas e incluso vaciadas. Solo la reconstrucción de la catedral de Valparaíso costará $20 millones de pesos ($27 mil dólares). Poco, en comparación con los casi $2 millones de dólares que el Gobierno de la Araucanía proyectó para los gastos de recuperación de las capillas católicas y una docena de templos evangélicos quemados en los primeros seis meses del año.
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150 mil chilenos han perdido sus trabajos
Además de la devastación del 46 % de los locales comerciales, está la pérdida de 150 000 puestos de trabajo, 100 000 mayormente del sector comercio, acorde a las cifras de la Cámara de Comercio de Santiago, y 50 000 desempleados corresponden a las Pymes, según los cálculos de la Multigremial Nacional de Emprendedores.
Y es que el trabajo es cada día más insostenible. De la mano del gasto que han generado los destrozos y las pérdidas por los días de trabajo suspendidos a causa del peligro del vandalismo masivo, las ventas del comercio han caído un 10 % anual desde el 18 de octubre, mientras que las de turismo y entretenimiento bajaron 36 %, según la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
Cómo la caída del peso afecta a la economía
La inactividad a la par de la inestabilidad han debilitado al peso chileno, está en caída libre. El miércoles 13 de noviembre alcanzó su precio récord desde 2002: 795,5 pesos (luego bajó y cerró el 18 de noviembre con 777). Como consecuencia, el Banco Central anunció una inyección de $4 000 millones de dólares para contener la tendencia alcista.
Ante la inestabilidad, la Bolsa de Comercio de Santiago sufrió una pérdida de $27 884 millones de dólares en capitalización bursátil, que equivale a una caída del 12,5 % desde el inicio de la crisis.
Asimismo, la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), realizada mensualmente a un grupo de expertos, señaló que el PIB cerrará 2019 con un crecimiento del 1,9 %. Antes de la crisis actual estaba previsto crecer 2,5 % hasta fin de año y 3, 5 % para el 2020, ahora la misma encuesta estima que el PIB no crecerá más de un 2,3 % el año que viene.
“El año 2020 está marcado por la incertidumbre”
Finalmente, cinco líderes de sectores económicos de Chile coinciden en que la incertidumbre es el rasgo distintivo para el año entrante.
“La caída en el PIB minero va a continuar acentuándose, lo que implica menor producción de cobre, hierro y molibdeno”, dijo Álvaro Merino, gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), el primero que dio sus apreciaciones en encuentro anual de la Cámara de Comercio de Santiago.
Y proyectó una expansión de la economía nacional del 1,7 % en 2019 y 2 % en 2020, un promedio menor a la encuesta anteriormente mencionada.
Aunque las protestas masivas iniciaron presuntamente por el elevado costo de vida de los chilenos, los destrozos solo han debilitado a la moneda, la economía y han dejado en sin trabajo a miles de personas.
Desde muy temprano se ven personas limpiando los destrozos. Entre ellos, personal de @Carabdechile. Con trabajo, diálogo y unidad, vamos a construir un Chile más #justo y en #paz. pic.twitter.com/2KzKq3TJR4
— Lucas Palacios (@LucasPalaciosC) November 13, 2019
Lejos de ahorrarle dinero a los chilenos, —como supuestamente pretendían—, la devastación que causó el vandalismo ha agregado el pago de la reconstrucción y ahora se suma el trabajo que costará la recuperación de la economía.
Pues con dinero de los contribuyentes se reconstruyen los edificios históricos, entre tantos. Sin embargo, son cada día menos aquellos con la capacidad de financiarlo. Según el Ministerio de Hacienda, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que es del 19 %, ha caído durante la crisis un 25 %.
Si avanzan los cambios constitucionales que exige la izquierda política, la situación económica solo se agravará. Dado que piden no mayor prosperidad sino aumentar la dependencia estatal, lo cual incrementará las arcas del Estado a expensas del vaciamiento del bolsillo ciudadano.
Algo que el presidente Sebastián Piñera deberá evaluar antes de acceder (aún más) a cambio de lograr la paz en las calles con quienes exigen “cambio de sistema” por medio de la violencia.