La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de perder los fondos de la nación que más contribuye. En plena pandemia de coronavirus, el presidente de los EE. UU., Donald Trump, dijo basta.
“Estoy ordenando a mi administración que suspenda la financiación mientras se realiza una revisión para acceder al papel de la Organización Mundial de la Salud en el mal manejo severo y encubrir la propagación del coronavirus”, dijo Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 14 de abril.
“La OMS falló en su deber básico y debe rendir cuentas”, agregó.
Solo en el 2019, Estados Unidos contribuyó con más de $400 millones de dólares a la OMS, según Reuters; casi 10 veces más que China, el segundo mayor contribuyente con $44 millones de dólares.
La contribución de Estados Unidos, según la última escala de contribuciones para el 2018-2019, representa el 22% total de los apoyos de Estados miembros y asociados a la Organización Mundial de la Salud. En contraste, el país que le sigue, China, solo contribuye con un 7,92%.
La OMS cuestionó las medidas de prevención de EE. UU.
Pese a su enorme contribución, Trump reprocha que la OMS desafió las medidas de protección que el mandatario implementó para su población.
Cuando el presidente de EE. UU. Donald Trump tomó medidas el 31 de enero de restricción de viajes, el director general de la OMS, Tedros, dijo que no se necesitaban prohibiciones de viaje y restricciones generalizadas para detener el brote y que podrían «tener el efecto de aumentar el miedo y estigma, con pocos beneficios para la salud pública».
Aconsejó a otros países que no siguieran el ejemplo de Estados Unidos. Según Tedros, interferir con el transporte y el comercio podría perjudicar los esfuerzos para enfrentar la crisis.
China persiguió a los médicos que alertaron el brote de coronavirus
Pues hasta ese momento el relato oficial de la OMS era que China no había demostrado evidencia que el coronavirus se pueda transmitir de persona a persona. Pese a que los médicos chinos llevaban semanas denunciándolo, acción que les costó tanto la libertad como la vida.
Por eso Trump acusó a la OMS de haber “fallado en su deber básico”. Denunció que el organismo de la ONU no dijo la verdad sobre lo que estaba sucediendo en el centro del brote chino en la ciudad de Wuhan.
Pues no solo tardó meses en declarar la pandemia sino que persiguió a los médicos y periodistas que se atrevieron a alertar el peligro que acechaba al mundo.
Al menos ocho médicos chinos fueron detenidos por “difundir rumores”. El caso más sobresaliente fue el oftalmólogo Li Wenliang, del Hospital General de Wuhan. Tenía 1,5 mil millones de lectores en el blog donde Li actualizaba información sobre el coronavirus. Pero fue censurado en diciembre y él falleció contagiado de coronavirus en febrero.
En lugar de utilizar las estadísticas y evidencia que presentaban médicos como él, la OMS se rigió a las cifras del régimen comunista que le persiguió a él y sus colegas.
Preliminary investigations conducted by the Chinese authorities have found no clear evidence of human-to-human transmission of the novel #coronavirus (2019-nCoV) identified in #Wuhan, #China??. pic.twitter.com/Fnl5P877VG
— World Health Organization (WHO) (@WHO) January 14, 2020
La OMS encubrió a China
Ya anteriormente Trump había acusado a la OMS de ser “china-céntrica”, hoy de encubrir la propagación de la pandemia. El caso más visible es Taiwán, nación a la que la OMS no considera como miembro, debido a que es requisito que la ONU reconozca a la nación y no es posible debido a que China (que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad) no reconoce su independencia.
No obstante, pese a su proximidad geográfica y cultural con China, Taiwán ha demostrado ser un ejemplo para el mundo. Apenas seis personas han fallecido en Taiwán, 124 se han recuperado (1/3 de los afectados) y un total de 393 se han contagiado de coronavirus en una isla con más de 23 millones de habitantes. Pese a su éxito conteniendo la pandemia, la Organización Mundial de la Salud ha invisibilizado su gestión.
La muestra más clara fue cuando el Dr. Bruce Aylward, el asesor principal del director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, trató a China y Taiwán como sinónimos.
En una videollamada con la periodista Yvonne Tong de la radio y televisión de Hong Kong (RTHK), ella le preguntó a Aylward si Taiwán puede formar parte de la OMS. Aylward hizo silencio, luego alegó que no podía escuchar a la periodista y después le pidió pasar a la próxima pregunta. La periodista insistió en hablar sobre Taiwán. Acto seguido, Aylward cerró la videollamada. Ella le volvió a llamar, cuando pidió que Aylward hable sobre Taiwán, él contestó: «Bueno, ya hemos hablado de China».
It is an embarrassing scene. @WHO Director General, Bruce Aylward, hangs up in an interview with RTHK when he is asked about reconsidering Taiwan’s membership. Ironically, despite being so close to China, Taiwan manages to keep the #coronavirus infection and fatality rate low. pic.twitter.com/bFWRXpCyHN
— Ezra Cheung (@ezracheungtoto) March 28, 2020
La complicidad de la OMS con el régimen comunista chino ha sido tal que en una conferencia de prensa virtual Aylward sostuvo que «fue absolutamente crítico en la primera parte de este brote tener pleno acceso a todo lo que sea posible, seguir adelante el trabajo de campo y trabajar con los chinos para entender esto».
Pero cuando dice a «los chinos», se refiere al Partido Comunista Chino, al gobierno, no a la población civil, mucho menos a los médicos y periodistas independientes que han sido perseguidos por denunciar la propagación del coronavirus en diciembre del 2019.
EE. UU. es el país con más muertes reportadas
La cohesión entre la OMS y el Partido Comunista Chino ha despertado dudas respecto a la confiabilidad de las cifras, partiendo del hecho que en China no han aumentado las cifras de mortalidad, dato que la población civil cuestiona, particularmente por la fabricación masiva de urnas de cremación en Wuhan que ya supera los 40 000.
Oficialmente, EE. UU. se ha convertido en epicentro de la pandemia con 592,743 casos y 25,239 muertes reportadas.
Le sigue en mortalidad Italia con 21 067 víctimas mortales. La única región donde el virus retrocede es en El Véneto, que tiene 80 % menos contagiados que Lombardía y apenas el 10 % de muertos por coronavirus, ha sido por ignorar a la Organización Mundial de la Salud.
«Véneto está controlando el coronavirus por no seguir a la OMS», aseguró Sergio Romagnani, profesor emérito de la Universidad de Florencia, en entrevista con El Confidencial de España, donde fue descrito como una eminencia en el campo de la inmunología y medicina interna.
Primero, se refiere a que la OMS desincentivó el uso de mascarillas, medida de protección que demostró ser exitosa en Hong Kong y Taiwán, que pese a su cercanía a China lograron frenar la pandemia. Segundo, porque la OMS desalentó las pruebas en personas asintomáticas y las pruebas realizadas en El Véneto, Italia, demostraron que el 80 % de los contagiados son asintomáticos. Por tanto, se vuelven un riesgo; sobre todo para la población vulnerable, como son los ancianos y personas con inmunodeficiencia. Pues los asintomáticos se vuelven portadores letales contra los que tienen mayor probabilidad de contagio.
Aunque el experto no citó el caso, otra medida que desestimó la OMS fue la restricción de viajes de y hacia Wuhan. En línea con lo dicho por la OMS, Italia permitió el viaje de miles de obreros chinos que fabrican indumentaria con el sello Made in Italy.
El periodista independiente que filmó su captura por parte de las autoridades chinas el 26 de febrero y todavía no ha vuelto a aparecer, denunció que en el crematorio de Wuhan había migrantes que viajaron para celebrar el año nuevo chino a finales de enero. Existen fábricas en Italia de dueños chinos que importaron hasta 60 000 obreros. Aquellos que sobrevivieron y volvieron a mediados de febrero no mostraron síntomas y por tanto tampoco hicieron cuarentena.
Como se dijo anteriormente, fue precisamente la restricción de viajes que ordenó Trump lo que causó su primera fricción con la OMS, ya que la OMS no solo lo desestimó sino que desalentó a otras naciones para que no sigan el ejemplo de EE. UU.
Por eso y más, el 14 de febrero, Trump anunció: “Con el estallido de la pandemia de Covid-19, tenemos profundas preocupaciones sobre si la generosidad de Estados Unidos ha sido utilizada de la mejor manera posible”.
“EE. UU. primero” fue la frase de campaña de Trump en las elecciones del 2016. En noviembre se presenta nuevamente a elecciones y una vez más decide priorizar a su nación, por encima de organizaciones globalistas como la OMS que requieren enorme financiamiento y a cambio ofrecen no solo poco beneficios sino a ojos de Trump, graves perjuicios.