Iglesias fueron incendiadas en ambas costas de los EE.UU., incluso con feligreses en su interior. Estatuas de la Virgen María fueron agujereadas, quemadas y pintadas con consignas violentas, todo en medio del silencio de los medios masivos que alientan las protestas sociales, alegando que son pacíficas.
PanAm Post señaló semanas atrás que los símbolos religiosos serían el siguiente objetivo de la campaña Black Lives Matter, luego de que uno de sus referentes hizo un llamado a destruir toda imagen de Jesús y la Virgen María; tras acusarlos de ser símbolos de supremacía racial.
«Jesús y su madre europea y sus amigos blancos deberían ser derribados», dijo públicamente uno de los activistas de Black Lives Matter. Finalmente se hizo realidad, incluso en la forma de esculturas de cemento, grises, sin color.
https://twitter.com/shaunking/status/1275113067555303424?s=20
Si bien la organización no se ha atribuido los incidentes, sucedieron dentro del marco de las acciones “anti-sistema” que incluyen destruir monumentos históricos.
El incidente más violento fue en Florida, donde un hombre estrelló su vehículo a través de las puertas delanteras de la Iglesia Católica Reina de la Paz en Ocala, mientras los feligreses se preparaban para la misa y luego prendió fuego en el área del vestíbulo del edificio, según la oficina del alguacil del Condado de Marion.
Steven Anthony Shields, de 24 años, fue arrestado y acusado de intento de asesinato, incendio premeditado, robo y evasión de arresto.
Según una declaración jurada obtenida por el medio local Ocala Star-Banner, Shields le dijo a los investigadores que lo que hizo fue “increíble” y — sonriente— mientras admitía incendiar la iglesia indicó que estaba en una “misión”.
La misa se celebró el sábado y el domingo, a pesar de que el vestíbulo de la iglesia sufrió graves daños.
Churches are being burned down. Where is the media? pic.twitter.com/vs9Ky71mLJ
— Cernovich (@Cernovich) July 12, 2020
Paralelamente, en Nueva York, un matón agujereó una estatua de la Virgen María en Elmhurst, Queens, el viernes 10 de julio.
En la misma ciudad una estatua de la madre de Jesucristo afuera de un colegio fue marcada con pintura en aerosol.
El rector y presidente de Cathedral Prep, padre James Kuroly, calificó el incidente como “un acto de odio”.
“Obviamente, esta tragedia nos entristece profundamente, pero también renueva nuestra esperanza y fe en el Señor, ya que ha demostrado su bondad en las muchas personas que ya nos han contactado”, dijo Kuroly. “Estamos sinceramente agradecidos por la ayuda que hemos recibido, así como por las oraciones. Continúen orando por aquellos que cometieron este acto de vandalismo y odio hacia Nuestra Señora y la Iglesia”.
También en la costa este, en Boston, hubo un ataque incendiario el jueves 9 de julio contra una estatua de la Virgen María en la parroquia de San Pedro, ubicada en el barrio de Dorchester en Massachusetts.
El monumento sufrió quemaduras en la cara y la parte superior, de acuerdo al informe de la emisora local WCVB.
La estatua era un símbolo no solo religioso sino también histórico. Pues fue levantada hace décadas en memoria de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo a la evidencia, la sospechosa parecía una mujer joven enmascarada que escapó a pie.
«¿Dónde está la indignación?», exclamó Sean Feucht, un líder y pastor de adoración de California.
En dicho estado, la iglesia de San Gabriel, en la Arquidiócesis de Los Ángeles que estaba siendo renovada para su próximo 250 aniversario, fue incendiada alrededor por la madrugada del 11 de julio, quemando el techo y la mayor parte del interior de la iglesia.
Here are some photos of a fire that tore through the San Gabriel Mission this morning. The Mission was founded by Junipero Serra in 1771. #SanGabrielMission #Serra #JuniperoSerra pic.twitter.com/EZctQj4B5S
— Andrew J. Campa (@campadrenews) July 11, 2020
“Esta será otra casilla que van a marcar”, dijo el capitán Antonio Negrete del Departamento de Bomberos de San Gabriel, para el canal local de noticias Fox 11 y agregó: “Es una pérdida trágica para nuestra ciudad. Es nuestro identificador de ciudad”.
El capitán vinculó este incidente a la remoción violenta del monumento a Junipero Serra (fundador de la iglesia calcinada), el santo patrono de California y fundador del sistema de misiones del estado.
En el marco de las protestas de Black Lives Matter, de la mano de activistas autoproclamados “antifascistas”(Antifa), figuras como San Junípero ha sido señalado como un símbolo de opresión.
Los activistas desconocen el rol de Serra en la independencia de EE.UU. Pues él recaudó fondos para la misma.
También en California, hubo un incendio en la iglesia en San Diego por la madrugada del domingo 12 de julio. Fue denominado como “sospechoso” por el equipo de ataque del Metro Arson Strike.
Si bien los ataques han sido en su mayoría contra estructuras católicas, también templos protestantes han sufrido incidentes, como Calvary Baptist, una iglesia históricamente negra.
En respuesta, el presidente Trump se ha opuesto rotundamente a derrocar cualquier monumento y símbolo con una orden ejecutiva para protegerlos y castigar a los delincuentes con prisión.
Las fundadoras de Black Lives Matter han declarado públicamente ser “marxistas entrenadas”. La persecución religiosa ha sido (y es) parte de todo régimen socialista. Basta con ver a Cuba y Nicaragua en el continente americano.
Pero el proceso revolucionario es incluso anterior. El “reino de terror” fue el periodo de persecución religiosa ejercida en la Revolución Francesa y Black Lives Matter ha demostrado adoptar el lenguaje de la época en su discurso, llamando “contrarrevolucionaria” a la oposición en Venezuela, por ejemplo, como señal de apoyo al régimen de Nicolás Maduro.
En los años de la Revolución Francesa se cambió desde los relojes hasta el calendario. Como en Occidente el año 0 es la muerte de Jesucristo, destruir su imagen y legado es parte del proceso de cambio cultural, acorde plantean neomarxistas como Gramsci.
Cabe destacar que la quema de iglesias cristianas no se limita a EE.UU. En Chile también sucede con mayor frecuencia desde el inicio de la insurrección en octubre del 2019.
Iglesias incendiadas, estatuas demolidas, María agujereada, quemada y grafiteada exponen cómo la “protesta pacífica” —que alientan los medios masivos— encubre el avance de un movimiento político que busca un cambió no solo político sino un proceso de transformación que incluye la remoción de 2020 años de historia, es decir, sin cristianismo.
No se trata de una simple protesta civil. Hay una revolución en marcha.