En Estados Unidos, país que vive un clima de censura —donde se incendian iglesias y derriban estatuas—, el 62 % de los ciudadanos teme expresar sus ideas políticas. Respecto al 2017, aumentó 4 % la autocensura.
“Todos los grupos políticos sienten que están caminando sobre cáscaras de huevo”, dice una encuesta de Instituto CATO / YouGov.
“La mayoría de los demócratas (52 %), independientes (59 %) y republicanos (77 % ) están de acuerdo en que tienen opiniones políticas que tienen miedo de compartir”, agrega “el 31 % de los progresistas, el 30 % de los moderados y el 34 % de los conservadores están preocupados de que sus puntos de vista políticos puedan despedirlos o perjudicar su trayectoria profesional”.
“Sin embargo, los progresistas se destacan como el único grupo político que siente que puede expresarse. Casi 6 de cada 10 (58 %) de los progresistas acérrimos sienten que pueden decir lo que creen ”, encontró la encuesta de CATO.
If cancel culture isn't real, then why do 62% of Americans keep their political views secret for fear of losing their jobs?
According to Cato, 52% of Democrats, 58% of Independents, and 77% of Republicans are afraid to express their views.https://t.co/AnGNtt7qbh
— Possum Reviews (@ReviewsPossum) July 23, 2020
En el 2017, la mayoría de los progresistas centristas dijeron que podían expresar sus puntos de vista libremente, ahora dicen que tienen que autocensurarse.
Intelectuales progres intentan frenar el monstruo censurador que crearon
Esto quedó al descubierto mediante una carta abierta de 153 prominentes académicos, escritores e intelectuales, en su mayoría de izquierda, progresistas, que pidieron detener la radicalización en la censura promovida por los activistas de causas de «justicia social». Pues advierten que la libertad de escribir, de opinar, está en peligro.
«El libre intercambio de información e ideas, el elemento vital de una sociedad liberal, se está volviendo cada vez más restringido», se declara en la carta, advirtiendo «una intolerancia de puntos de vista opuestos, una moda por la vergüenza pública y el ostracismo y la tendencia a disolver cuestiones políticas complejas en una certeza moral cegadora», aclaman.
A new #CatoPolls national survey finds that nearly two-thirds—62%—of Americans say the political climate these days prevents them from saying things they believe because others might find them offensive. These fears cross partisan lines.
LEARN MORE: https://t.co/zcz5qMPPh0 pic.twitter.com/cdtXUyrt1E
— Cato Institute (@CatoInstitute) July 22, 2020
Todas las etnias temen expresarse
Todas las etnias sufren la autocensura. Un 65 % de hispanoamericanos, 64 % de estadounidenses blancos y un 49 % de afroamericanos dijeron en la encuesta de CATO que temen compartir sus opiniones políticas.
“Este gran número de grupos demográficos sugiere que las opiniones retenidas pueden no ser simplemente perspectivas radicales o marginales en el proceso de marginación social. En cambio, muchas de estas opiniones pueden ser compartidas por un gran número de personas ”, concluye el estudio de CATO.
La cultura de la cancelación, que implica la censura e incluso logra el despido y ostracismo social de quien se atreva a cuestionar el statu quo, ha llegado demasiado lejos según una encuesta reciente realizada por Político.
“Si bien la vergüenza en Internet puede parecer una preocupación importante para el público si pasa mucho tiempo en Twitter, solo el 40 % de los votantes ha participado en la cultura de cancelación y solo uno de cada 10 participa a menudo'”, dijeron los encuestados por Político.
El rechazo a la censura impulsó el triunfo de Trump
En contraposición, el presidente Donald Trump enfrentó esta censura el día de la independencia de los EE.UU.: “Queremos un debate libre y abierto, no códigos de discurso y cancelar la cultura. Aceptamos la tolerancia, no el prejuicio”. Hablando de la izquierda, agregó que “una de sus armas políticas es cancelar la cultura: expulsar a las personas de sus trabajos, avergonzar a los disidentes y exigir la sumisión total de cualquiera que no esté de acuerdo. Esta es la definición misma de totalitarismo, y es completamente ajena a nuestra cultura y nuestros valores, y no tiene absolutamente ningún lugar en los Estados Unidos de América”.
Fue precisamente el rechazo a la censura, el verso único en los medios masivos lo que impulsó la victoria de Donald Trump en el 2016, cuando todas las encuestas indicaban su derrota. Pero no sucedió.
Como dijo la periodista Bari Weiss, en su carta de renuncia a The New York Times (por causa de la persecución ideológica), los medios masivos, los activistas progresistas, no conocen al pueblo.
Incluso los firmantes de la carta de intelectuales progresistas contra la censura señalaron cómo el máximo beneficiario sería Trump y la derecha, pues su discurso crudo y frontal llega a quienes están hartos de lo “políticamente correcto”.
Nuevamente Trump tiene a las encuestas de votos en su contra para las elecciones de noviembre. En cuestión de meses se sabrá si el voto secreto le dará el triunfo por parte de quienes temen decir a quien respaldan, pues el miedo a decirlo públicamente es masivo.