Un 26 de mayo de 1987 el joven periodista Jorge Lanata fundó el diario Página/12. Su nombre tenía que ver con la dificultad de conseguir el papel prensa que los principales diarios argentinos conseguían subsidiado. Por lo tanto la consigna fue hacer un diario corto, pero de buena calidad.
La consolidación del medio vino de la mano del menemismo y los casos de corrupción fueron la oportunidad ideal para que el nuevo diario se ubique junto a Clarín y La Nación como uno de los más importantes e influyentes en Argentina.
El perfil inteligente, independiente y crítico hicieron de Página/12 el medio predilecto por el lector identificado con la centro-izquierda del espectro político.
Con la llegada del kirchnerismo, y ya sin Jorge Lanata al frente del medio, el diario se convirtió en un pasquín oficialista que perdió toda su originalidad e independencia, pero que ganó grandes sumas de dinero en pauta oficial del gobierno.
En su programa de televisión, Lanata rompió el cartel que se llevó como único recuerdo de su oficina con el nombre del matutino, en repudio a lo que su propia creación se había convertido. Del lado del diario decidieron borrar la propia historia al mejor estilo de Stalin y ni siquiera nombran al fundador en los actos donde homenajean a los periodistas que pasaron por el medio.
Hoy el diario pertenece al sindicato de encargados de edificios (uno de los más poderosos en Argentina) y tiene un perfil abiertamente kirchnerista y opositor al gobierno de Mauricio Macri. Esto no tendría nada de raro, ya que cada medio tiene su propia linea editorial, pero la cuestión del drama que se vive en Venezuela, ya pasa de ser una perspectiva ideológica: Para el diario Página/12 en Venezuela esta semana no pasó absolutamente nada.
Hoy 29 de mayo las noticias internacionales fueron un misil norcoreano en el mar japonés, una columna sobre el atentado en Manchester, una crítica al tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos y la cobertura de un recital en Brasil en protesta del presidente Temer, además de una entrevista a una dirigente que defiende la candidatura de Lula.
En la jornada de ayer, el denominador común fue la cobertura de Brasil, donde se destacó que existe una “censura” para ocultar la represión de Temer. En Venezuela, no pasaba absolutamente nada.
El sábado se habló del cambio climático en el G7 y de una interpretación del papa Francisco en contra de la “especulación y la meritocracia” que supuestamente intenta imponer Macri en Argentina.
En la jornada del viernes, volvió a primar el tema Brasil y la solicitud de elecciones anticipadas del PSDB. Ni una línea para Venezuela.
Una editorial del jueves denunció en el segmento internacional la “brutal represión” del gobierno “de facto” y su despliegue de las fuerzas armadas. No hacía referencia a Venezuela, sino a la situación de Brasil.
Para ir a la última mención de Venezuela en Página/12 hay que remontarse al martes pasado, donde se informó desde una perspectiva chavista, que se “elegirá constituyentes a fin de julio”. La única voz citada en el artículo fue la del presidente Maduro que destacó el proyecto como “La única vía hacia la paz”.
Ya remontándose varios días atrás en el calendario uno puede encontrar algunas editoriales como la de Óscar Laborde (15 de mayo) donde se refiere al chavismo como “el proceso que consiguió los logros más extraordinarios en la historia del país” y a la oposición como el espacio que “no tiene ninguna voluntad de colaborar” y “solo propone el derrocamiento de Maduro”.
El tema Venezuela, que esta semana fue ignorado por el medio, el 23 de abril había tenido a un columnista internacional que propuso “poner sensatez en el debate sobre Venezuela”. La propuesta vino de la mano del dirigente español de Podemos Juan Carlos Monedero, exasesor y defensor del régimen que a actualmente lidera Maduro.