
Son muchas las especulaciones sobre el futuro de Cristina Fernández de Kirchner luego de las elecciones legislativas que tendrán lugar el 22 de octubre, donde se candidatea para el Senado por la provincia de Buenos Aires.
PanAm Post repasa alguna de las posibilidades sobre su futuro político a partir del panorama actual, y con lo que seguramente ocurra en la próxima elección.
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Banca Asegurada
En las primarias de agosto el espacio Unidad Ciudadana de la expresidente, en la provincia de Buenos Aires, donde fue candidata, obtuvo el primer lugar por una pequeña diferencia. Lo único que puede cambiar es que pase al segundo lugar, según lo que hoy indican las encuestas, pero no hay posibilidades reales de que ni ella, ni Esteban Bullrich de Cambiemos, caigan al tercer lugar. Es por eso que, de permanecer en libertad, próximamente Cristina Kirchner tenga su banca en el Senado. El jefe de bancada del peronismo en el Senado de la Nación, Miguel Ángel Pichetto, ya dejó en claro que Kirchner no liderará el espacio justicialista. Recientemente manifestó: “Ella se fue del peronismo, por lo que tendrá que tener su espacio por Unidad Ciudadana”. De ser así, el primer beneficiado será Mauricio Macri ya que no todos los senadores peronistas la seguirán acompañando, por lo que se profundizará la división del espacio opositor.
Escenario con Cristina ganando la elección el la provincia de Buenos Aires
Aunque hoy las encuestas la dan segunda por debajo de Cambiemos, el escenario con la expresidente en el primer lugar no es una pésima noticia para Mauricio Macri. Esto es porque la foto del lunes con Cristina primera en la provincia, aunque sea por un voto, más que un senador más por la mayoría, lo importante es que Kirchner se mantendrá en la escena como la “líder de la oposición”. Esto significa peores noticias para el peronismo que para Mauricio Macri, ya que Cristina, aunque cuenta con un voto duro a favor, la mayoría del país no está dispuesta a darle el voto en ninguna circunstancia. Es por esto que le resultaría imposible imponerse en cualquier escenario de balotaje en 2019 y no cuenta con los apoyos necesarios para ganar en primera vuelta.
Escenario con Cristina segunda por debajo de Cambiemos
Esta situación, la más probable al día de hoy, perjudica seriamente a la expresidente ya que, aunque caiga ante el oficialismo, el peronismo acelerará el proceso de renovación ante una Cristina debilitada. Su discurso duro ante un gobierno fortalecido, que ganará en la mayoría del país y saldrá fortalecido en el Poder Legislativo, puede quedar a contramano de los tiempos políticos que se vienen. Los sectores peronistas que apuntan a renovar el espacio saben que no tienen muchas posibilidades de volver al poder en 2019 y apuestan a un futuro a largo plazo, sin confrontar demasiado con el gobierno.
Por qué no puede volver a ser presidente
Los resultados en las provincias mostraron que, no sólo el gobierno viene en ascenso, sino que el peronismo ha perdido espalda electoral. El distrito donde se candidatea Cristina (provincia de Buenos Aires) es donde la expresidente cuenta con mayor respaldo, y ni siquiera allí puede obtener la mayoría. Tampoco saliendo primera aquí le alcanza para remontar el rechazo con el que cuenta en distritos importantes como la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe, provincia que si bien el macrismo no es mayoría, gobierna el Partido Socialista y el peronismo se encuentra dividido.
Claro que estos escenarios tienen lugar, siempre y cuando la expresidente siga en libertad. A pesar que con el cambio de gobierno la justicia ha ganado independencia, ingenuo sería pensar que no existe una influencia del Poder Ejecutivo. Esos cambios son más profundos e iluso sería pensar que ocurren con un cambio de mandato. Por esta situación, y advirtiendo que la vigencia de la expresidente beneficia considerablemente al gobierno, es probable que Cristina Fernández de Kirchner no vaya presa en el corto o mediano plazo. Dadas las abundantes pruebas en su contra, y conociendo la lógica peronista, podría presumirse que la libertad de Cristina esté más garantizada bajo un gobierno de Cambiemos, con Cristina separando la oposición, que en una posible gestión peronista, con representantes seguramente deseosos de sacársela de encima.