
Luego del resultado electoral del último fin de semana, las cosas se precipitaron de la peor manera para el exministro de Planificación Federal de Néstor y Cristina Kirchner, Julio De Vido. Luego de que la Gendarmería fuera a detenerlo, el mismo diputado se entregó en los tribunales de Comodoro Py y ya está a disposición del juez.
La jornada comenzó con el tratamiento del desafuero en la Cámara de Diputados, donde el bloque kirchnerista se ausentó. La votación, que requería dos tercios de los presentes, terminó con un resultado mucho más amplio: 176 afirmativos y una abstención. Ningún diputado votó en contra y se liberó el camino para que el actual diputado pueda ser detenido por las autoridades.
El jefe de bancada kirchnerista, Héctor Recalde, justifió la ausencia del bloque que responde a la expresidente Cristina Fernández de Kirchner diciendo que el oficialismo ya contaba con los votos necesarios para la aprobación y que no deseaba que la presencia de los diputados de su espacio convaliden lo que consideró una persecución política y judicial.
Cuando el resultado quedó formalizado en el congreso, el diputado y exministro ya estaba rumbo a tribunales para entregarse, motivo por el cual la Gendarmería no pudo encontrarlo y detenerlo en su departamento.
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Las causas por las que Julio De Vido tenía proceso de prisión preventiva están relacionadas a su labor durante su época de ministro. Dentro de los expedientes judiciales se destacan supuestas compras fraudulentas de gas licuado para el ministerio de Planificación Federal y malversaciones con relación al trabajo del Estado en la mina de Río Turbio.
De Vido también está siendo procesado por la “tragedia de Once“, ya que se sospecha de administración fraudulenta de recursos públicos relacionada con el accidente ferroviario de 2012. De encontrarlo culpable, esa causa, sin contar las cuales por la que ya fue detenido, podría llevarlo 11 años a prisión.