Mauricio Macri sobrevivió unos mayores sobresaltos los difíciles meses de diciembre y enero, pero este mes deberá enfrentar su primera marcha sindical en protesta. El gremio de Camioneros de los Moyano es la organización que convoca, que si bien consiguió algunos apoyos, no contará con la totalidad del espacio de los sindicatos.
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Lo que había comenzado como una relación civilizada en diciembre de 2015 se fue erosionando con el correr de los meses y para este nuevo año, Macri y Moyano arrancan en pie de guerra. El sindicalista dijo que si llegaba a ir preso quería la celda de al lado de la que le correspondería al padre del presidente, el empresario Franco Macri. El presidente argentino respondió y le dijo que no debería meterse con una persona de 87 años que está retirada.
Los motivos de fondo
Más allá de las menciones y reclamos del histórico dirigente sindical al Gobierno de Macri, las razones del enfrentamiento tienen más que ver con el temor de Moyano de ir preso, que con alguna medida implementada por Cambiemos. La avanzada de la justicia sobre varios dirigentes sindicales, varios de ellos ya detenidos, prendió las alertas de Hugo Moyano, que ya no es ajeno a los conflictos con la justicia.
El líder Camionero fue imputado por asociación ilícita y vinculaciones con los barra bravas de Independiente, club de fútbol que preside actualmente. Para el gremialista la causa tiene poco que ver con cuestiones del mundo deportivo y hay una mano política del Gobierno que lo quiere “fuera de juego”.
Las bajas sindicales que enfurecieron a Moyano
Al momento de la confirmación de la marcha, que continúa en pie para la próxima semana, varios gremios manifestaron que no participarían de la manifestación. Un ejemplo de estos fue el de Carlos Acuña, del gremio de las estaciones de servicio, que aclaró que sus afiliados no se harán presentes en el reclamo.
“Al Gobierno le conviene una Confederación General del Trabajo subordinada y esto es lo que está logrando”, reclamó Hugo Moyano al enterarse de las bajas.
Para el líder sindical, las bajas están relacionadas con alguna presión del macrismo, que buscaría reducir el impacto político de la convocatoria:
“Los que no van a venir, seguramente, las instrucciones las recibieron del Gobierno, porque si uno no va a ir a un lado no necesita decirlo. Evidentemente se nota la mano del Gobierno que les está diciendo que digan que no van a ir para así creer que van a debilitar la marcha”, manifestó el sindicalista.
A pesar de las ausencias, Pablo Moyano, hijo de Hugo y actual secretario general del gremio, advirtió que la marcha será igualmente “multitudinaria“.
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Apoyo de Vidal a Macri
La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, dirigente política de mejor imagen en el país (incluso por encima de su jefe político, Macri) salió a respaldar al presidente argentino en vísperas de la marcha de Camioneros:
“Esta es la mayoría de la Argentina, la que no convoca a ninguna marcha, somos los que no salimos en los noticieros ni en las tapas de los diarios y nos levantamos todos los días apostando a lo mejor”.
En los próximos días se verá el poder de contención del macrismo con la convocatoria y la persuasión de Moyano con sus pares, que todavía evitan el conflicto con el Gobierno, al que consideran suficientemente fuerte como para confrontarlo abiertamente.
Un sindicalista poderoso
Hugo Moyano hizo de su sindicato de Camioneros uno de los más poderosos de Argentina. En las últimas décadas su fortaleza política fue garantía de varios beneficios para su gremio. Fue presidente del peronismo en la Provincia de Buenos Aires en 2010 y durante los primeros años acompañó al kirchnerismo, espacio con el que rompió en 2013, dos años antes que Cristina Fernández tenga que dejar el poder. En la actualidad, con su hijo a cargo del sindicato en lo formal, preside el club de fútbol Independiente.