
“Son cagones, hay que hablar así para que la gente lo entienda”. Las palabras pertenecen a Pablo Moyano, titular del gremio de Camioneros. El hijo del histórico dirigente, Hugo Moyano, al que reemplazó en el sindicato, arremetió contra los gremios que la semana próxima no lo acompañarán en la manifestación contra el Gobierno de Mauricio Macri.
En declaraciones radiales, el jefe de Camioneros acusó a los otros gremios por dejarse presionar “por dos tapas de diario” y de ceder en aceptar los aumentos del 15 % (cuando la inflación se terminó situando alrededor del 20 %).
El conflicto, como adelanto PanAm Post esta semana, explotó cuando varias organizaciones sindicales manifestaron que no concentrarían este 21 de febrero. Algunos gremios buscaron no confrontar con el clan Moyano advirtiendo que “compartían las reivindicaciones” de la marcha, a pesar de no convocar a sus afiliados. Esto no conformó al moyanismo, que ya prometió una manifestación “masiva”, y explotó la guerra del universo sindical.
A pesar del supuesto reclamo sindical contra el Gobierno de Cambiemos, el principal motivo que concluyó en este fuerte enfrentamiento, que llegó hasta lo personal entre Mauricio Macri y Hugo Moyano, está relacionado con el temor del sindicalista de terminar en prisión. Moyano busca una fuerte manifestación de fuerza en las calles para hacerle sentir al Gobierno que si decide ir contra él, la jugada tendrá un alto costo político.
A pesar de que la causa en la que se encuentra procesado no tiene relación formal con su sindicato, sino como su rol de presidente del Club Atlético Independiente, y una supuesta asociación ilícita, Moyano está convencido que el impulsor de la causa es el mismo Mauricio Macri.
El Gobierno, agradecido
Si para Cambiemos las divisiones en el peronismo son una garantía de gobernabilidad, la fractura de los líderes del cuestionado movimiento sindical es otro planeta que se le alinea en el marco del complicado mapa astral de cualquier Gobierno no peronista.
El escenario complejo que históricamente han enfrentado los gobiernos no provenientes del Partido Justicialista siempre estuvo relacionado con la “tenaza” formada por el peronismo y el movimiento sindical. Hoy, Mauricio Macri, a pesar de que tiene que atravesar por complicadas reformas estructurales necesarias, cuenta en su haber con un peronismo atomizado, donde la figura de Cristina Fernández de Kirchner es el principal impedimento para un candidato de unidad, y con el sindicalismo partido, al punto de insultarse abiertamente como hizo hoy Pablo Moyano.
Javier Milei: el manifestante menos pensado
El economista libertario del momento dejó mudos a los panelistas del programa Intratables cuando advirtió que el Gobierno busca presionar sobre los salarios de los trabajadores como una herramienta para poder controlar la inflación. Cuando le consultaron sobre si se haría presente en la marcha convocada por Hugo Moyano, su respuesta fue afirmativa, lo que hizo que las redes sociales explotaran. Con relación a la polémica que generará su presencia en un acto sindical, Javier Milei manifestó: “Estaré presente en cada marcha que sea para defender a los trabajadores”.
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