En un nuevo capítulo de la demagogia peronista argentina, la provincia de Buenos Aires dio media sanción a un proyecto de ley que impide que las farmacias puedan ser establecidas como “sociedad anónima”. La medida, que estaba siendo solicitada por los pequeños comercios farmacéuticos, apunta directamente a bloquear a la cadena Farmacity, que tiene varios locales en la Ciudad de Buenos Aires y buscaba establecerse en la provincia.
En un marco clásico argentino, mientras sesionaba el parlamento bonaerense, que le dio el visto bueno con 43 votos a favor y 40 en contra, en las inmediaciones del recinto los farmacéuticos bonaerenses se manifestaban y festejaban el bloqueo a la competencia. Ahora falta ver como vota el senado y si la Gobernadora, María Eugenia Vidal, no veta el proyecto. Su bloque de Cambiemos votó en contra, pero no pudo contra la alianza de los diferentes espacios peronistas que apoyaron la medida intervencionista.
La propuesta vino de la mano del bloque del Frente Renovador de Sergio Massa, y fue presentada por los legisladores Lisandro Bonelli y Ricardo Lissalde. En su discurso, Bonelli no anduvo con vueltas a la hora de reconocer las intenciones de la ley: “Dimos el primer paso para poner un freno definitivo a Farmacity”. El legislador dijo que ahora queda esperar por el voto en senadores y “rogar que Vidal no vete el proyecto”.
Finalizada la sesión, el autor del proyecto manifestó: “Fue impresionante la cantidad de farmacéuticos que se acercaron a la Legislatura. Hoy los diputados demostramos que trabajamos cara a cara con los farmacéuticos y no desde las sombras como hace Cambiemos”.
“Una ley arqueológica”
En diálogo con PanAm Post, el diputado Guillermo Castello, crítico de la ley, advirtió que lo que votaron sus pares peronistas forma parte de una “pieza de arqueología que no responde a las necesidades de usuarios y consumidores actuales”. Para el legislador de Cambiemos, el rumbo que hay que tomar es el opuesto: “ampliar las opciones y generar una sana competencia a través de nuevos actores”. En la opinión de Castello, la Provincia de Buenos Aires necesita eliminar las “restricciones corporativas” que se basan en la cantidad de habitantes, distancias mínimas y tipos societarios”.
Argentina, todavía presa del corporativismo y las regulaciones
Aunque la coalición de gobierno Cambiemos no sea siempre un claro referente en dirección a una economía abierta, estos proyectos muestran claramente que la oposición es aún peor. Bajo la excusa de proteger a los pequeños comercios, se impide la apertura a la competencia, abrazando a un modelo fracasado que no ha dado resultado ni en el país, ni en ningún otro. Como indica el diputado Castello, el camino al desarrollo está en la otra dirección, pero el peronismo propone seguir obstinadamente en un modelo decadente y atrasado.