La multiprocesada expresidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, tuvo que presentarse en tribunales para declarar en la causa por lavado de dinero. Presentó un escrito, insistió en su inocencia y en la supuesta persecución política que sufre, y acudió a la ironía para criticar al juez Claudio Bonadio. Dijo que la embargan y le bloquean sus tarjetas para ver si la encuentran infraganti yendo a las bóvedas secretas a buscar efectivo.
“Se llegó hasta el absurdo de embargar mi jubilación y bloquear mis tarjetas de crédito e impedirme, siquiera, tener una tarjeta de débito. Todo ello, seguramente, con el propósito de ahogarme financieramente y luego seguir mis movimientos (tal como lo hacen habitualmente los servicios de espionaje gubernamentales) para ver si termino yendo a alguna bóveda en la que guardaría los millones de dólares que un grupo de arrepentidos que ahora se han cartelizado dicen haber pagado”, dijo en su escrito Kirchner.
En su descargo escrito, en esta oportunidad para la causa que lleva el juez Sebastián Casanello, la exmandataria advierte que podrán “seguir vigilando” sus movimientos, escucharla de manera “clandestina” o “excavar toda la Patagonia argentina”, que igualmente no encontrarán pruebas en su contra. Para Kirchner, los empresarios y funcionarios arrepentidos que declararon en su contra no son más que “cazarrecompensas”.
Repercusiones sobre el procesamiento y el pedido de prisión preventiva
Luego de los allanamientos a las propiedades de Kirchner, que terminaron con su procesamiento en la causa de los cuadernos de la coima de la obra pública, el juez Bonadio confirmó que se encontró en El Calafate la bóveda en cuestión a la que habían hecho referencia los arrepentidos.
“Se encontró en el subsuelo una bóveda, que si bien su entrada tenía una puerta de madera, el contramarco de la misma era de acero”, indicó Bonadio en su escrito. Para el magistrado, la misma pudo haber sido “alterada”, pero no descarta que en el pasado haya servido para lo que indicaron los testigos que confesaron hacer las entregas con el dinero de las coimas.
Según la declaración judicial del financista arrepentido Ernesto Clarens, “el dinero era trasportado los días viernes en aviones oficiales que salían de aeroparque del sector militar y aterrizaban en el aeropuerto de Rio Gallegos, o bien en El Calafate”. Según su delcaración, el destino final del dinero era “siempre El Calafate”.
El último profugo fue detenido esta mañana
La causa de los cuadernos tenía un solo prófugo, que hasta el momento había podido arreglársela para escapar de la justicia. Se trata del empresario Oscar Thomas, que fue detenido hoy en un departamento de la Ciudad de Buenos Aires. Durante el kirchnerismo era el responsable de la Entidad Binacional Yaciretá y apareció mencionado en los cuadernos del chófer del ministerio de Planificación, como uno de los hombres vinculados a las coimas. El Ministerio de Seguridad había puesto una recompensa para las personas que aportaran datos sobre su paradero.