Uno de los fallos judiciales más indignantes que tuvieron lugar durante el kirchnerismo fue el relacionado con el enriquecimiento ilícito del matrimonio presidencial. Aunque los números eran más que sugestivos (solamente en 2008 el millonario patrimonio de Néstor y Cristina Kirchner se incrementó un 158%) el entonces juez Roberto Oyarbide dictó un sobreseimiento en tiempo record. Para el magistrado, que renunció a su cargo apenas fue electo Mauricio Macri, no había nada que cuestionar y estaba todo en orden.
El año pasado, Oyarbide brindó una entrevista donde manifestó que sufrió grandes presiones y que temía por su vida. Sin dar mucha precisión al respecto, también indicó que en su momento le “apretaron el cogote” para que “salga” el sobreseimiento en cuestión. Evidentemente sabía que tarde o temprano todo saldría a la luz.
Víctor Manzanares se desempeñó como contador de los Kirchner entre 2003 y 2015, por lo que tiene un conocimiento detallado del manejo de la fortuna de Néstor y Cristina. Está preso desde julio de 2017 cuando fue descubierto desviando fondos a cuentas no registradas en la causa Los Sauces, donde se dictó un fuerte embargo que Manzanares estaba burlando. Pero sus problemas no terminan con esa causa, sino que también está imputado por los cuadernos de la corrupción de la obra pública. Cercado y tras las rejas, Manzanares decidió acogerse a la figura del “arrepentido” (imputado colaborador) y, como se dice en la jerga, “cantó todo”.
El martes declaró durante seis horas y ayer lo hizo durante ocho. Fuentes judiciales ya filtraron a la prensa algunas de las perlitas de su declaración:
El excontador de los Kirchner reconoció que el mismo juez Oyarbide fue el que armó la presentación de la defensa de los Kirchner en la causa de enriquecimiento ilícito. El mismo magistrado fue el encargado de la presentación de los acusados, para dejarla acomodada con el fin de dictar su propio sobreseimiento. Un bochorno total, hasta para los parámetros argentinos.
Ahora, el Gobierno mediante la Unidad de Información Financiera, busca que se reabra la investigación con el argumento de la “cosa juzgada irritia”, aplicable en los casos de sobreseimientos ilegales.
Pochetti, más complicada
Oyarbide y Cristina no fueron los únicos complicados con la declaración de Manzanares. El excontador de los Kirchner aseguró también que el fallecido Daniel Muñoz (exsecretario de Néstor) y su esposa Carolina Pochetti desviaron “mucho mucho más dinero” que los 70 millones de dólares que fueron descubiertos en operaciones de inmuebles en los Estados Unidos. En su testimonio habría dado detalles sobre otras inversiones inmobiliarias, farmacéuticas, agropecuarias y petroleras.
En un primer momento la viuda de Muñoz había declarado que no tenía nada que ver con los manejos financieros de quien fuera su esposo, pero cuando empezó a aparecer la evidencia que la vinculaba, ella también pidió presentarse como “arrepentida”. En la jornada de ayer, Pochetti ya declaró que su marido había pagado una cifra millonaria al juez federal Luis Rodríguez, que los había favorecido en varios fallos sospechosos.