La imagen era el fetiche total de la izquierda, pero nunca había sido realidad. Mauricio Macri, a pesar de que ninguna de sus políticas implementadas vaya en esa dirección, siempre fue acusado de continuar el “neoliberalismo noventista”. Es decir, una especie de discípulo de Carlos Saúl Menem. Durante los años de Cambiemos no se ha visto la intención de avanzar en alguna reforma similar a la de los noventa. El estatismo macrista estuvo más cerca del modelo de los kirchner que otra cosa.
Pero más allá de que ambos gobiernos y sus respectivas políticas públicas no tengan absolutamente nada que ver (hasta ahora) lo cierto es que el contacto político (y personal) entre ambos ha sido nulo. Macri no desembarcó en la política de la mano del expresidente y en toda su trayectoria, desde la Cámara de Diputados, pasando por la intendencia porteña y llegando a la presidencia, jamás se cruzaron ni para un saludo.
A partir de la próxima semana cambiará la historia. Carlos Saúl Menem, dos veces presidente de Argentina, será parte de la bancada del senado que responda a las órdenes de la Casa Rosada. Miguel Ángel Pichetto lo hizo.
El senador justicialista que acompañará a Macri como candidato a vicepresidente en las próximas elecciones tuvo que renunciar a la presidencia del bloque y también se fue del Consejo de la Magistratura, pero pudo llevarse al oficialismo algunas bancas. Algo fundamental para un eventual segundo mandato de Mauricio Macri y su versión de Cambiemos peronizada.
“Los muchachos pichettistas” en el senado serán el exmotonauta santafecino Carlos Reutemann, Lucia Crexell y Carlos Espínola. Además del ya mencionado expresidente argentino.
Durante el primer mandato de Cambiemos, la fragilidad legislativa ha sido una de las principales debilidades de un gobierno que justifica la falta de reformas trascendentes en su minoría parlamentaria.
El vínculo de Pichetto con el peronismo y los “porotos” qua ya consiguió en el senado no son poca cosa. Igualmente, cabe destacar, que estos cuatro senadores han sido los primeros que acompañaron incondicionalmente al flamante candidato a vicepresidente. En el caso de que la dupla Macri-Pichetto consiga ganar las elecciones, sin dudas el número de legisladores peronistas en acompañar al oficialismo se incrementará considerablemente. Sobre todo, los diputados y senadores que responden a los gobernadores justicialistas del interior del país.