Cuando el panorama se torna sombrío en Argentina, las autoridades suelen dar sus diagnósticos optimistas de dudosa credibilidad. El recuerdo del expresidente Eduardo Duhalde, que prometió que el que “depositó dólares recibirá dólares”, escribió una página tristemente inolvidable en este sentido. Pero todos los anuncios de Mauricio Macri, donde la gestión anterior vislumbró segundos semestres virtuosos y el crecimiento de incipientes “brotes verdes” no se quedaron atrás.
Resumiendo, la realidad siempre terminó trayendo algo peor de lo que los gobiernos argentinos vaticinaron en épocas complicadas. Ahora…¿Qué debemos esperar si el peor de los panoramas es una posibilidad reconocida por las mismas autoridades? Parece que el final de la historia es tan predecible como los últimos dos acordes de un tango.
Consultado sobre la posibilidad del temido default, el titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Miguel Pesce, reconoció que lamentablemente se trata de una posibilidad. Sus palabras exactas fueron las siguientes:
“Es posible, yo le adjudico pocas probabilidades, pero es posible. Estamos en una negociación, el Gobierno va a hacer una oferta, y esa oferta puede ser aceptada o rechazada. Lo que sí, el Gobierno no va aceptar ningún tipo de propuesta que no sea sustentable en el corto y en el largo plazo”.
El titular del monopolio monetario argentino consideró que el perfil de la deuda “puede ser pagada” y que realizarán una oferta consistente. En su opinión existen “altas probabilidades de que los acreedores la acepten”, pero aceptó que eso “ya no depende del Gobierno”. Para Pesce la última palabra estará en “la voluntad de terceros” y “alguna probabilidad de que haya rechazo de la oferta existe”. “Esperemos que no suceda”, indicó.
El apoyo del FMI para el acuerdo con los privados
Para el Fondo Monetario Internacional, según manifestó en un reciente informe, la deuda argentina “no es sostenible”. Más allá de lo serio o predecible de esta afirmación, lo cierto es que en lo concreto el diagnóstico se ajusta a una de las estrategias que impulsa el Gobierno: la de la propuesta con una quita importante. Alberto Fernández y su equipo utilizarán el informe del FMI para argumentar la imposibilidad de los cumplimientos en los términos pautados para que los fondos privados, que operan en su mayoría en Nueva York, acepten la propuesta oficial.
Como dijo Pesce, todo puede pasar. El default es una posibilidad concreta para las mismas autoridades que ya lo reconocieron públicamente.