El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, ha tenido varios tropiezos en su cruzada por sitiar al régimen de Nicolás Maduro desde lo interno. Las Fuerzas Armadas venezolanas siguen negándose a reconocerlo como comandante en jefe y esto ha desgastado los últimos cartuchos reservados para esta vía. Sin embargo, existe una salida que en varias ocasiones ha sido puesta sobre la mesa: una operación humanitaria de paz.
En esta oportunidad la petición fue hecha por el capitán de navío retirado Omer Enrique Hevia Araujo, en una carta reseñada por Infobae. En ella, el antiguo soldado le pide al también presidente de la Asamblea Nacional que “solicite por el bien y salvación de Venezuela y la libertad de nuestro pueblo, la intervención de una fuerza multinacional humanitaria de paz, contemplado en nuestra Constitución”.
Hoy, en medio de la debacle que azota a la población venezolana, flanqueada por una economía al borde del default, un sistema sanitario colapsado por la creciente e incontrolable ola de contagios producto de la COVID-19 y una escasez de combustible que ha detonado protestas en varios estados del país, una petición así al mandatario venezolano resulta más que perentoria.
La misiva de Hevia Araujo no duda en apelar a la memoria histórica no solo de Guaidó, sino también de todo lector que se le tropiece, pues esboza dos insurrecciones militares claves en el haber de Venezuela: el Carupanazo y el Porteñazo. Ambos ocurridos en 1962.
En la carta, el excapitán de navío recuerda que el abuelo materno de Guaidó “tuvo la oportunidad de actuar en estos dos levantamientos militares, al igual que los movimientos guerrilleros importados, inspirados en consignas e ideales comunistas de tendencias castristas y leninistas, por medio de los que se atentó contra nuestra Constitución Nacional”.
Estas palabras dieron paso en su carta a reflejar un hecho notorio a nivel mundial que hoy se visibiliza en cada espacio y lugar: quienes votaron ayer por Hugo Chávez y Nicolás Maduro, ahora sufren estas consecuencias.
Hevia Araujo agregó que ese pueblo “hoy se arrepiente en su gran mayoría, pero las condiciones de descomposición, el secuestro de los poderes públicos y el poder que lograron acumular los delincuentes de alta peligrosidad que integran el gobierno, hacen casi imposible el derrumbar pacífica y constitucionalmente la muralla que rodea este peligroso régimen”.
El excapitán de navío, al hacer este planteamiento, también le pide a Guaidó que “oiga el clamor de un pueblo que sufre. Interprete el sentimiento y las aspiraciones de ver libre a nuestra Patria, que hoy padece duramente los mortales efectos de esta mundial pandemia, puesta sobre todo de manifiesto por la brutal escasez de medicinas”.
El cierre de la misiva asoma también un reclamo a Guaidó, quien no ha logrado capitalizar un apoyo compacto de las Fuerzas Armadas venezolanas, a pesar de las deserciones de 270 militares activos iniciadas el 23 de febrero de 2019 y la rebelión el 30 de abril de ese mismo año.
Actualmente el brazo militar de Venezuela está plegado a los designios Nicolás Maduro y su actual ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Ante ello, Hevia Araujo exigió lo siguiente: “Ya basta de esperar a que cada día se continúe con el proceso de aniquilación de un país, que llegó a alcanzar a ser una de las más sólidas economías del mundo, el tercer país con las mayores reservas petroleras, gasíferas, auríferas y en donde sus ciudadanos devengaban uno de los más elevados ingresos mensuales del mundo. No deje que terminen de destruirlo”.