¿Cuándo nos hubiéramos imaginado a un político abiertamente socialista ganar una primaria presidencial en los Estados Unidos?
Los Estados Unidos de América, el país que por décadas ha luchado contra el socialismo, la economía centralizada y todas las políticas de izquierda, ahora tiene a un socialista —que en 1985 defendió el régimen de Fidel Castro en Cuba—, como uno de los favoritos a convertirse en el 45to Presidente de los Estados Unidos.
La primaria presidencial en el estado de New Hampshire, el pasado martes 9 de febrero, mostró que muchos norteamericanos abrazan el socialismo o simplemente se dejan llevar por el populismo de un individuo que propone reformas que en todos los países donde se han implementado han fracasado. Sus propuestas de salud “gratuita”, educación “gratuita” y altos impuestos a los más adinerados, han penetrado en las mentes de los norteamericanos y lo han hecho verse como el candidato “antisistema”, cuando la realidad es precisamente la contraria.
Veamos, por ejemplo, su historial legislativo en el Congreso. Desde que hizo oficial su aspiración a la Casa Blanca, Sanders ha criticado la intervención militar de Estados Unidos en otros países. Pero cuando Estados Unidos intervino en la guerra de Kosovo, en 1999, Sanders apoyó dicha intervención; y votó a favor de ella en la Cámara de Representantes. Incluso su defensa de dicha guerra fue tan clara, que cuando en 1999 activistas antibélicos ocuparon su oficina en protesta por su apoyo al conflicto, él personalmente ordenó que los arrestaran.
En 2003, Sanders apoyó y votó a favor de una resolución que le dio más poderes al presidente republicano George W. Bush para actuar tanto en Afganistán como en Irak, a pesar de que en público, Sanders se hace llamar “un fuerte crítico de la Guerra de Irak”.
[adrotate group=”7″]Su defensa silente de la Guerra de Irak fue tal, que cuando en 2008 el congresista demócrata Dennis Kucinich introdujo en la Cámara de Representantes 35 artículos de acusación para llevar a juicio político al presidente Bush, Sanders dijo que eso era algo “poco práctico”. El historial legislativo de Sanders muestra que el popular senador ha sido todos estos años un amigo silente del militarismo norteamericano, a pesar de vender su imagen como la de un defensor de la paz.
Sanders no presenta ninguna evidencia de ser el candidato honesto, defensor de las clases populares y sobre todo “diferente” a los demás, cuando vamos atrás en el tiempo. En 2006, ganó la primaria senatorial demócrata en Vermont como candidato no inscrito (write-in) y declinó aceptar la nominación, porque en aquel momento insistía que no era demócrata. Incluso dijo que sería “un hipócrita si se postulaba como demócrata”. ¿Entonces por qué se postuló para presidente por el Partido Demócrata?
Miren lo que dijo en 1986 sobre el partido al que hoy pretende representar en las elecciones presidenciales de noviembre: “El Partido Demócrata está ideológicamente en bancarrota, ellos no tienen ideología. Su ideología es el oportunismo”.
Entonces senador, ¿eso no lo convierte a usted también en un oportunista?
Hace meses, Sanders llamaba a Uber una empresa “desregulada” con “serios problemas”. Pero sus cada vez que Bernie necesita un taxi, usa un conductor de Uber
El senador Sanders ha basado principalmente su campaña presidencial en su crítica a los multimillonarios y a Wall Street. En repetidas ocasiones ha criticado a su oponente Hillary Clinton por recibir donaciones de personas adineradas, pero cuando le preguntan si respaldaría a Clinton de ella ganar la nominación, él simplemente dice que sí, porque “no permitiría que un republicano de derecha gane la presidencia”.
Entonces senador, ¿está o no en contra de Wall Street?
Otra hipocresía de Sanders es en los llamados Super PACs, los comités de acción política que recaudan dinero para las campañas. El senador ha criticado durante todo este tiempo cómo los candidatos reciben grandes cantidades de dinero para sus campañas en estos eventos, pero esta pasada semana salió a la luz pública la información de que un Super PAC dirigido por un sindicato de enfermeras (National Nurses United), ha invertido un poco más de un millón de dólares en la campaña de Bernie Sanders. Mientras, Super PACs como los de Planned Parenthood y Priorities USA han invertido menos de medio millón de dólares cada uno en la campaña de Clinton, Bernie recibe millones de un solo PAC.
Entonces senador, ¿dónde queda su palabra cuando le dijo a CNN en noviembre pasado que usted no tiene Super PACs, porque estos son corruptos?
Y por último, su hipocresía sobre el libre mercado y el capitalismo. Sanders también es conocido por criticar al sector privado y uno de sus objetivos ha sido Uber, la famosa empresa multinacional de transporte. Hace unos meses, Bernie llamaba a Uber una empresa “desregulada” con “serios problemas”. Pero sus informes de finanzas revelaron en noviembre pasado que cada vez que Bernie necesita un taxi, usa un conductor de Uber.
El National Journal reveló que el 100% del gasto de Sanders en taxis ha sido con Uber. Incluso develó que Sanders es el demócrata que más usa Uber, hasta más que los republicanos Scott Walker, Rick Perry y Bobby Jindal, que ya no continúan con sus aspiraciones presidenciales.
Entonces senador, ¿dónde queda su defensa de los sindicatos de taxistas tradicionales?
No cabe duda que existe un alto nivel de hipocresía en la figura de este senador, pero tal parece que los electores —en especial los más jóvenes—, no se dan cuenta.