Este lunes 29 de agosto el Viceministerio de Exteriores para América del Norte venezolano emitió un comunicado en el que acusó al gobierno de Estados Unidos de estar preparando un golpe de Estado en contra del gobierno de Nicolás Maduro para el próximo 1° de septiembre, día en el que se planea una multitudinaria marcha antichavista.
“Ha quedado en evidencia la marca y autoría de golpe de Estado planificado para este venidero 1° de septiembre de 2016 en Venezuela”, se lee en el comunicado que continúa: “En complicidad con la oposición antidemocrática y la derecha internacional”.
“El gobierno de Barack Hussein Obama, en sus postrimerías, procura la inestabilidad de Venezuela y la región para legitimar sus planes imperiales contra la paz y el desarrollo de los pueblos”, señaló el despacho de Exteriores de Venezuela.
De acuerdo con el comunicado, los presuntos planes de Obama buscan “reeditar el gravoso expediente de agresiones y muerte” del fallido golpe de Estado y vacío de poder que ocurrió en Venezuela en el año 2002, en el que el antecesor de Maduro, Hugo Chávez, fue sacado brevemente del poder.
De acuerdo con El Nuevo Herald, esta reacción del gobierno de Nicolás Maduro es una respuesta a recientes declaraciones ofrecidas por el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en el que hace referencia al traslado del dirigente opositor venezolano Daniel Ceballos a una prisión de máxima seguridad.
Para el Departamento de Estado, el traslado de Ceballos “representa un intento de intimidar y obstaculizar” el derecho de los venezolanos a protestar.
De igual forma, Estados Unidos aseguró que “los más básicos apuntalamientos del estado de derecho en Venezuela han sido degradados a un nivel alarmante”.
Para el próximo jueves 1° de septiembre se prevé una multitudinaria marcha en Caracas. Las expectativas son sumamente grandes y ya varios medios han asegurado que podría ser la protesta que consiga concentrar la mayor cantidad de personas en la historia del país latinoamericano.
Asimismo, se ha denunciado que el gobierno podría llevar a cabo una férrea represión en contra de los manifestantes.
Fuente: El Nuevo Herald