Este jueves 8 de diciembre el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN), Henry Ramos Allup, aseguró que el diálogo entre la oposición y la dictadura de Nicolás Maduro está “absolutamente muerto” y “no tiene sentir seguir dialogando”, ya que no ha producido ningún resultado.
“Cada uno con sus propias palabras, algunos lo han dicho de forma un poco edulcorada, otros lo hemos dicho de una forma más directa: yo creo que el diálogo está muerto porque no ha producido ningún resultado y, tal como nosotros habíamos expresado, si para el 6 de diciembre no había, por parte del Gobierno, demostraciones de que honraría los compromisos adquiridos (…) pues no tenía sentido reunirse”, espetó el presidente de la Asamblea.
“No se trata de una serie de procesos continuos con expectativas. Eso deja mal al diálogo como institución y también deja mal paradas a las partes. El Gobierno, peor parado no puede estar; pero en el caso de la oposición, su credibilidad se vería comprometida en ese jueguito de pararse y sentarse cuando no hay resultados”, señaló Ramos Allup.
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“Por eso creo que el diálogo está absolutamente muerto. No tiene sentido seguir ahí. Ha fracaso como instancia. Le dimos la oportunidad aún pagando un altísimo costo político, porque buena parte del país piensa que no nos debimos haber sentado porque intuía que esto no iba a llegar a nada. Pero había que intentarlo”, apuntó el presidente de la Asamblea para luego señalar: “Como no se logró nada, pues que cada uno retome su agenda”.
Las declaraciones de Ramos Allup, quien era uno de los principales actores de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que apostaba por el diálogo con la dictadura para solucionar la crítica situación de Venezuela, se dan luego de que el pasado 6 de diciembre la oposición decidiera no sentarse con el régimen de Maduro debido a que, hasta el momento, no había resultados.
Anteriormente la oposición venezolana había cedido parte de su estrategia contra Maduro para permitir que el diálogo se desarrollara con éxito; sin embargo la dictadura no cedió.
Todo este proceso fue criticado fuertemente por un amplio sector de la sociedad venezolana hasta el punto que, incluso, se llegó, a través de las redes sociales, a llamar «traidores» a quienes estaban dialogando con la dictadura.
En contraste, la otra parte de la ciudadanía defendía que el diálogo era la única alternativa para salir de la crisis política, económica y social de Venezuela “sin derramar una gota de sangre”.
Fuente: Globovisión