Una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia anuló todas las facultades del Parlamento. Inmediatamente Venezuela se vio sumida en una crisis política mucho más amplia. La «arbitrariedad», llevada a cabo este jueves 30 de marzo, fue catalogada como un golpe de Estado.
Luego, en la mañana de este viernes, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz —una incondicional del chavismo—, se pronunció al respecto y aseguró que la sentencia del Tribunal viola el orden constitucional.
PanAm Post conversó con la líder político y coordinadora del movimiento opositor Vente Venezuela, María Corina Machado, sobre los últimos acontecimientos.
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Iba a preguntarle sobre los sucesos de ayer; pero apareció Luisa Ortega Díaz, la fiscal general, y calificó de violación del orden constitucional la sentencia del Tribunal, ¿esto cambia totalmente el juego, no?
Esto revela la naturaleza del régimen. Revela el juego y la velocidad con la cual se están acelerando los hechos.
Vemos como un régimen se desmorona, sobre todo cuando es profundamente corrompido, donde hay un pacto de mafias.
Esto es, además, un síntoma evidente de la fase terminal. Estamos viendo como se producen disidencias y rupturas. Estamos hablando de una persona que ha sido incondicional durante 18 años del régimen. Además que está ejerciendo el cargo en este momento, es la jefa del Ministerio Público. Ella maneja muchísima información.
Así que, cuando ella habla de ruptura del orden democrático, yo digo que sí; pero además es ruptura del régimen instaurado. Ella solo será la primera de muchas voces que disentirán.
Usted lo ha dicho: ha sido una devota del régimen desde el principio. ¿No existe la posibilidad que esto sea, más bien, una estrategia con el fin de generar una suerte de ilusión de institucionalidad? Es decir, ¿debemos creerle a Luisa Ortega Díaz?
Lo que debemos creer es que este es un régimen corrompido hasta los tuétanos. Integrado por personas que saben bien cuales son los delitos que se han cometido y que saben que esos delitos no prescriben. Todo eso ha salido. Las violaciones de Derechos Humanos…
Esto evidentemente genera señales de alerta a los grupos que han servido para soportar la dictadura. Estamos viendo como, literalmente, saltan las ratas del barco. Entienden que hay una línea roja que trasciende cualquier acto criminal.
Entonces, todo parece indicar que las piezas están posicionándose: Almagro, el rechazo de la comunidad internacional, esta oportunidad, ahora Luisa Ortega…
…Todo está vinculado. El caos, el colapso agravado por la crisis financiera. Mira, agrega a ello la posición firme del Gobierno de Estados Unidos y la actuación de la Organización de los Estados Americanos. Todo esto ha ido cercenando al régimen y, por esa razón, han decido acelerar.
Han apretado el acelerador y han decidido avanzar porque esa es la lógica mafiosa. Se están llevando a quien sea por delante.
Ok, pero estas piezas, que ya se han posicionado, hay que moverlas, ¿no? Todo esto no arrojará un resultado concreto si no se hace algo. Es decir, ¿ahora le toca a los venezolanos avanzar, aprovechar el momento?
Totalmente, debemos avanzar. Y eso es algo que hemos planteado siempre. El año pasado llegó el diálogo que logró apaciguar y fue una válvula de escape de toda la presión que se había conseguido hasta el momento. La gente estaba hastiada y era el momento.
Entonces, se logró esa válvula de escape con el diálogo, que fue el engaño más cruel que se ha hecho el país…
…¿No existe el mismo riesgo ahora? Este escenario es tan grave, quizá, como el de octubre del año pasado. En ambas ocasiones estábamos frente a la dilapidación de la voluntad popular. Entonces, por un momento, en octubre de ese año, pareció que todo estaba por fin cambiando, que por fin se iba a llevar a cabo una estrategia oportuna para enfrentar al régimen. Hubo un cambio de discurso… Pero todo fue efímero, ¿no existe hoy el mismo riesgo?
Claro que existe el mismo riesgo. Ahí están las mismas fuerzas que buscan dilatar la salida del régimen. Están resonando las voces que aseguran que esto no es tan grave como parece, o que no estamos en dictadura.
Mira, esto no tiene marcha atrás ahora. Aquí hay dos rutas: el totalitarismo puro y duro o la insurrección. Frente al totalitarismo es la rebeldía cívica, la insurrección.
Además, en Venezuela estamos amparados por la Constitución. Tenemos dos artículos que, no solo nos señalan un derecho, sino que nos establecen un deber. Hay un mandato constitucional que todos los venezolanos debemos escuchar y es el desconocimiento de este régimen.
Otra cosa importante es que lo que se plantea no es novedad, al menos en nuestra historia. Nosotros ya lo hemos hecho. El 23 de enero de 1958 la sociedad entendió el valor de la insurrección cívica.
Entonces, ya todo cambió. Como te dije, no hay marcha atrás. A partir de este momento debe comenzar el artículo 350. Y eso no es solo una manifestación, es un estado de ánimo, un estado espiritual.
El primer paso lo debemos dar los venezolanos en nuestro entorno. Eso es lo que hoy venimos a proponer. Cada comunidad y cada ciudadano debe reunirse en su espacio y debatir sobre cómo llevar a cabo la aplicación del artículo 350. Por ahí se debe comenzar.
¿Estamos frente a la última oportunidad para rescatar la libertad y la esperanza?
Esta es la gran oportunidad. Por primera vez en 18 años tenemos la comunidad internacional, casi en su totalidad, de nuestro lado. Por primera vez tenemos más del 90 % del país dispuesto a salir a luchar. Hoy se entiende que la hemorragia que padece Venezuela solo puede acabar cuando Nicolás Maduro salga del poder.
Están las Fuerzas Armadas, es mentira que puede haber salida sin los militares, ¿no?
Yo confío, y lo digo con seguridad, en que hay una reserva moral en las Fuerzas Armadas. Hoy yo le envié un mensaje a Padrino López. Es necesario que, en estas horas tan difíciles, haga pública su posición. O está con el golpe que se le acaba de dar a los venezolanos, o está con los venezolanos.
Mi impresión a estas alturas es que, al igual que otros sectores del país, como por ejemplo los medios de comunicación, ellos también han sido golpeados. Yo confío en la reserva moral que hay en los ciudadanos o los periodistas. Igual ocurre con las Fuerzas Armadas. Se han visto disminuidas, humilladas y maltratadas.
Ok, señala que hay una reserva moral, ¿pero cómo se comprueba esto? ¿Es que acaso comprobar que dentro de las Fuerzas Armadas queda algún vestigio de dignidad no es un riesgo demasiado grande? Hemos pagado bastante poniendo a prueba a los militares…
… Enfrentar a una dictadura es un riesgo histórico, pero la otra opción es la sumisión. La otra opción es la muerte. Una señora ayer murió en una cola por un kilo de harina. Esa es la otra opción.
El totalitarismo está interesado en hacernos sentir que no podemos. Ese falso chantaje de que es, o violencia o sumisión, es mentira. Nuestra lucha no es violenta, pero tampoco débil. Mi mensaje a todos los venezolanos es que no esperemos a que nos llamen a defender nuestros valores. Cada ciudadano debe decidir que ya es hora de luchar desde nuestro espacio por la libertad.