Para el chavismo, antes de que se instaurara la Revolución (1998), el venezolano había llegado a ingerir comida para perros debido a la fuerte crisis.
Se trataba de un mito falso, impulsado para perfilar a Hugo Chávez como el gran bienhechor. Pero ahora, lo que por años se utilizó para generar terror y rechazo a cierta clase política, es una realidad.
Hay hambre; y la organización no gubernamental Programa de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), reseña una realidad que se está generando dentro de la tragedia: “En un recorrido por diferentes supermercados de la ciudad capital, miembros del equipo de Provea corroboraron la denuncia que, como consecuencia de la crisis económica, venezolanos compraban alimento destinado para animales, para ser empleado en el consumo humano”, se lee en su sitio web.
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El cinco de enero de este año, el sociólogo y coordinador de Provea, Rafael Uzcátegui, fue quien reportó la desgracia. En su cuenta de Twitter escribió: “Acabo de volver del Central Madeirense del IPSFA [Caracas] y vi cómo se llevaban vorazmente, paquetes de carne congelada para perros. En la cola para pagar se decía que no la estaban llevando precisamente perros. No quise tomar ninguna foto… Si lo que decía fuera cierto, el chavismo habría superado el último mito propagandístico que le quedaba: que en la IV [el período democrático antes de Chávez] se comía perrarina”.
Unos días después, el 8 de junio, escribió:
En los supermercados aumenta la demanda de comida para perros y, por consiguiente, su precio. Foto de hoy 08.01.17 pic.twitter.com/DkHFdfVVql
— Rafael Uzcátegui (@fanzinero) January 8, 2018
Y ahora Provea como ONG lo anuncia: “En varias oportunidades se constató que muchas personas llevaban las llamadas ‘salchichas para perros’, cuyo contenido está compuesto por huesos de pollo triturados, mezclados con otras partes no comestibles del pollo, que es envasado como embutido y vendido de manera congelada. El equipo de Provea logró conversar con algunas de las personas que adquirían el producto, quienes confirmaron que lo adquirían y preparaban posteriormente para consumo humano. Según testimonios, lo mezclaban con huevo revuelto o lo sofreían para revolver el arroz”.
La organización cita un artículo publicado en el medio El Universal en el que se habla de la letalidad de comer comida para perros.
Según se lee “estos alimentos son nocivos para la salud”. “El doctor Manuel Hernández, médico de Salud Miranda, indicó a través de una página web que en el caso del arroz picado, este rubro no cumple con las condiciones óptimas de salubridad, ya que es un subproducto y deshecho del arroz que contiene bacterias que en el proceso de producción puede caer al suelo y contaminarse con orina de roedores”.
“En lo que respecta a las salchichas para perros, (…) estos tubos congelados están hechos, principalmente, con las partes no comestibles del pollo. Además, pueden estar contaminados con partículas de todo tipo que emana el animal cuando no es tratado adecuadamente”, se lee en El Universal.
Por último, Provea concluye: “Que los venezolanos estén consumiendo alimentos para animales es una dramática consecuencia de la violación del derecho a la alimentación por parte del Estado, de no tomar las medidas para garantizar el acceso a la población a productos de la dieta básica, de manera segura y a precios accesibles”.